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'La nueva ley pondrá pacientes en manos de médicos sin la especialidad necesaria'
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"La nueva ley pondrá pacientes en manos de médicos sin la especialidad necesaria"

Por Josep Maria Aguiló
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jmaguilomallorcadiariocom/8/8/23
sábado 10 de octubre de 2020, 06:00h

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Esta semana se ha producido un relevo en la cúpula del Colegio de Médicos de Baleares, después de que su hasta ahora presidenta, Manuela García Romero, haya dejado el cargo para pasar a ser la nueva vicepresidenta segunda del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) de España. García Romero ha sido sustituida al frente de los doctores isleños por el médico de familia José Manuel Valverde (Madrid, 1956), que hasta hace unos días era el vicepresidente primero del Colegio de Médicos de Baleares. El relevo se ha producido siguiendo lo estipulado en los estatutos de esta organización colegial. Hombre afable y poseedor de una fina ironía, Valverde recuerda que vive en Baleares desde 1983, por lo que se considera un "mallorquín de elección".
¿Por qué se ha producido justo ahora el relevo?

Bueno, Manuela García Romero recibió una oferta para presentarse como candidata a la elección de la nueva vicepresidenta segunda del CGCOM. Inicialmente, declinó la oferta, pero muchos presidentes de colegios de médicos insistieron y apostaron por ella como una candidata prácticamente de consenso, así que finalmente se presentó. Había otra persona que optaba al cargo, pero dado el enorme apoyo que tenía García Romero, esa competidora se retiró y ella fue elegida sin ninguna reticencia. Si me permite un símil quizás no muy bueno —sonríe—, dejar el Colegio de Médicos de Baleares para ir al CGCOM es como dejar de ser presidenta autonómica para pasar a ser ministra.

¿Cuáles serán sus objetivos como nuevo presidente?

Hemos de partir de la base de que con la Junta de Gobierno presidida por García Romero formábamos un equipo con unos criterios absolutamente homogéneos. Por tanto, mi propósito será mantener los objetivos que ha tenido el Colegio de Médicos en los dos últimos años y concluir todas aquellas cosas que aún no se hayan podido culminar. Por otra parte, uno de los objetivos permanentes de cualquier Colegio de Médicos es la defensa de los profesionales y de sus condiciones de trabajo. De ahí nuestra crítica al reciente Real Decreto Ley impulsado por el Gobierno, que pretende homologar a quienes no tienen ninguna especialidad con quienes sí la tienen o favorecer el tránsito de profesionales con alguna especialidad hospitalaria al ámbito de la Atención Primaria, para desempeñar el papel de especialistas en medicina familiar y comunitaria.

"La pandemia ha puesto en evidencia la fragilidad de medios existente en Atención Primaria"

¿Ese es uno de los motivos de la huelga de médicos convocada para el 27 de octubre?

Sí, así es. La verdad es que todos los profesionales sanitarios estamos hoy francamente preocupados. No sólo los médicos, sino también los enfermeros. Con un ejemplo concreto tal vez se pueda entender mejor lo que le comenté hace un momento. Así como a mí no se me ocurriría operar caderas, porque no sé, pienso que probablemente un traumatólogo o un endocrino no tengan la competencia necesaria para ejercer como médicos de familia, porque son cosas muy distintas. En ese sentido, no parece que sea muy seguro para los pacientes ponerse en manos de según quién que no tiene ninguna formación específica en las tareas que va a desempeñar.

¿Qué otras razones han conducido a la convocatoria de ese paro en toda España?

Otra de las razones esenciales sería la de las actuales condiciones laborales de algunos profesionales, con contratos de horas o de días encadenados. Una tercera razón sería el hecho de que a veces haya contratos en precario durante quince o veinte años. A ello habría que añadir que la pandemia ha puesto en evidencia la fragilidad existente en Atención Primaria, derivada de antiguos problemas como la falta de recambio de los profesionales que se jubilaban o como los recortes que ha habido en los últimos años.

"En España faltan médicos, pero hay un montón de médicos españoles que están trabajando hoy en otros países"

¿Cómo podemos protegernos mejor del coronavirus?

Las tres recomendaciones esenciales son, como sabe ya todo el mundo, llevar la mascarilla, mantener la distancia y lavarse las manos. Son unas medidas que están absolutamente justificadas. La recomendación extra que podemos hacer los médicos es insistir en que debemos ser muy conscientes de la gravedad del coronavirus y en que hay que actuar con mucha responsabilidad. A golpe de amenazas o de multas no se soluciona nada. Hay que apelar a la responsabilidad de cada individuo para hacer todo lo posible por evitar la propagación de la pandemia.

¿Los medios de comunicación pueden ayudar?

Desde luego. Pienso que los medios tienen un papel muy importante para ayudar a la ciudadanía. El hecho de dar una información veraz y contrastada tras haber consultado a los profesionales adecuados, hace muchísimo bien. De ese modo se puede hacer frente a las campañas de desinformación que se promueven desde las redes sociales o Internet, hechas de medias verdades, de medias mentiras y de mentiras completas. Si médicos y periodistas no remamos en el mismo barco y en la misma dirección, nos podrán los malos. Ha habido pacientes míos que han fallecido por el Covid-19 y otros que, si bien han superado la enfermedad, han sufrido graves secuelas. Todo eso lo he visto y lo he vivido. Por ello, no entiendo cómo todavía hoy hay personas que dicen que el coronavirus no existe.

¿Faltan médicos en España?

En España faltan médicos, sí. Pero yo recalcaría la paradoja de que hay un montón de médicos españoles que están trabajando hoy en otros países, que no se han gastado un duro en su formación, pero que les han ofrecido unas buenas condiciones laborales y unas mejores remuneraciones. Muchos de los médicos que hemos formado durante los últimos años se nos han escapado por maltratarlos. En España la solución no debería ser buscar médicos sin especialidad en terceros países, pues tenemos médicos formados. La pena es que están en otros países europeos y que los hemos "regalado", pues la formación de un médico es muy costosa. Es una lástima que tengamos que importar "mano de obra" de una calidad cuando menos discutible, cuando hemos tenido la oportunidad de disponer de nuestros médicos y hemos permitido que se vayan.

"Si médicos y periodistas no remamos en el mismo barco y en la misma dirección, nos podrán los malos"

¿Atención Primaria ha sido una primera barrera para frenar el Covid-19?

Yo no hablaría de Atención Primaria como de una barrera, pues nosotros no somos la portera que deja subir a la gente —ironiza—. Desde el inicio de la pandemia, en Atención Primaria nos hemos ocupado del 75 por cien o del 80 por cien de todos los enfermos de Covid-19. El paciente que llegaba al hospital era ya el paciente crítico, con una sintomatología que requería de unos cuidados especiales que no le podíamos dar en Atención Primaria. De esos pacientes que llegaban al hospital, los que estaban muy mal acababan en la UCI. En definitiva, en Atención Primaria nos hemos responsabilizado de la mayoría de personas con coronavirus, no siempre en las condiciones óptimas.

¿Cómo se vivieron los primeros meses en los centros de salud?

Cuando nos enfrentamos al Covid-19 en la primera ola, sabíamos muy poco de la pandemia. En ese contexto, una de las primeras medidas que se tomaron fue intentar que los propios centros de salud no fueran un foco de contagio, por lo que se adoptó la teleasistencia, con el propósito de que un volumen importante de casos se resolvieran por vía telefónica. Paralelamente, hubo pacientes con enfermedades crónicas que preferían no acercarse a los centros de salud, por miedo a un posible contagio. Por otro lado, los hospitales estaban dedicados casi en exclusiva al coronavirus. Pasado un tiempo, en los centros de salud empezamos a disponer ya luego de métodos diagnósticos y a contar con unidades Covid. Pero entremedias hubo pacientes crónicos, por ejemplo diabéticos o hipertensos, que probablemente no estuvieron suficientemente bien atendidos.

Fue una situación muy difícil, sí...

Piense que hubo momentos, en abril o mayo, en que cada centro de salud atendía diariamente a 300 o 400 personas por vía telefónica, a veces con equipos de sólo cinco o seis médicos. Eran auténticas peonadas. En aquellos meses a lo mejor algunas cosas no se hicieron bien y probablemente cometimos errores, pues hubo muchas dificultades técnicas, mucho desconocimiento y mucha improvisación. Fueron unos momentos muy complicados, a menudo con miedo y además con unos medios materiales de protección de los profesionales que entonces dejaban un poco que desear. Recuerde que llegamos a protegernos con bolsas de basura o que a veces mantuvimos la misma mascarilla durante semanas. Parece que ha pasado muchísimo tiempo desde entonces, pero fue hace sólo cinco o seis meses.

"Las vacunas han salvado más vidas a lo largo de toda la historia que cualquier medicina"

¿La situación ha mejorado ahora?

Afortunadamente, en Baleares las cosas están hoy más sosegadas y estamos volviendo a tener disponibilidad de tiempo. Ahora, volvemos a tener una agenda en donde cada médico tiene de nuevo a sus propios pacientes. Hoy las cosas se están normalizando, tenemos material de protección y los cribajes son cada vez mejores. Además, en estas últimas semanas está todo muchísimo más organizado y hay menos burocracia. Todo va marchando, pero venimos de unos tiempos muy complicados.

¿Podemos hacer frente a una hipotética tercera ola sin tener aún una vacuna?

Bueno, ahora ya sabemos cómo tratar determinadas cosas o cuál puede ser el paciente que puede tener complicaciones. Día a día, vamos aprendiendo cosas sobre este virus. Una de las previsiones de muchos epidemiólogos es que cada nueva ola será algo menos mortífera. De alguna manera, lo habitual es que los virus bajen un poco su virulencia con el tiempo. También es verdad, en contra de ese argumento, que de las tres olas de gripe que hubo a principios del siglo XX, la más mortífera fue la tercera. En cualquier caso, aun sin vacuna, a día de hoy la cosa se está controlando, en buena medida gracias a la responsabilidad de los ciudadanos.

¿Se debería escuchar siempre a los expertos a la hora de decidir posibles confinamientos?

Sin ninguna duda. Lo que no es de recibo es que se utilice una desgracia, en este caso una pandemia, para hacer política. En ese sentido, no se deberían utilizar los errores que cometemos todos para intentar sacar un rédito político, porque eso es algo muy feo. Se debería escuchar un poco más a los profesionales sanitarios y aceptar que las decisiones que se tomen deben ser técnicas, no políticas, ya sea en relación al posible confinamiento de una barriada o al retraso en la apertura de un colegio.

¿Deberíamos ponernos todos la futura vacuna?

Por supuesto. Mire, las vacunas han salvado más vidas a lo largo de toda la historia que cualquier medicina. Recuerde que la viruela, que mataba a un montón de gente, se consiguió erradicar gracias a la aparición de una vacuna específica. Por tanto, sin ninguna duda recomendaré a mis pacientes que se pongan la futura nueva vacuna para prevenir el coronavirus. Yo mismo, a lo largo de mi vida, me he vacunado siempre que ha sido preciso o necesario.

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