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'Las empresas tecnológicas de Baleares han perdido el 10 por ciento de empleos en 8 años'
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"Las empresas tecnológicas de Baleares han perdido el 10 por ciento de empleos en 8 años"

Por Josep Maria Aguiló
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jmaguilomallorcadiariocom/8/8/23
sábado 02 de octubre de 2021, 18:50h

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Desde marzo de este año, José Mañas (Palma, 1977) es el presidente de la Asociación Balear de Empresas de Software, Internet y Nuevas Tecnologías —GSBIT—. Ingeniero de Telecomunicaciones en la especialidad de Telemática por la UIB, posee también un Posgrado por la UNED en Economía de las Telecomunicaciones. En el ámbito laboral, cabe destacar que Mañas ha desarrollado su labor en países como China, Estados Unidos o Israel, o que ha trabajado para empresas como Siemens y Nokia. Desde 2014, es el CEO de la empresa de innovación Wireless DNA.

¿Cuándo nació GSBIT y cuál es su objetivo principal?

Nació en el año 2000 para representar a las empresas de desarrollo de software e internet. A lo largo de estos años ha ido evolucionando su espectro, aglutinando empresas que se engloban dentro de la economía digital. Actualmente la conforman, además, empresas del mundo de la electrónica, aplicaciones móviles, telecomunicaciones, márketing digital y hasta meteorología avanzada, por poner un ejemplo de que la digitalización forma parte ya del "core business" —"negocio principal"— de muchos productos y servicios donde tradicionalmente no lo eran.

¿Cómo es la relación entre sus asociados, de competencia o de colaboración?

En general es humana y colaborativa. Ahora se estila el término "coopetencia", que es una mezcla de colaboración y competencia, y creo que es muy acertado. También trabajamos para poner en valor la figura del empresario como generador de bienestar en un sentido amplio de la palabra.

¿El sector de las nuevas tecnologías es ya puntero en Baleares?

El sector tecnológico de Baleares tiene un nivel técnico muy alto gracias a la experiencia adquirida durante las últimas décadas para aportar soluciones al sector turístico, líder mundial en este campo. Desgraciadamente, si comparamos los puestos de trabajo TIC —Tecnologías de la Información y la Comunicación— que había en el año 2012 respecto a 2020 hemos retrocedido un 9,8 por cien, teniendo actualmente 11.500 empleos TIC, algo que es debido esencialmente a tres factores.

"Las ayudas a los emprendedores están dispersas, son farragosas y, en general, de baja intensidad"

¿Cuál es el primer factor?

El primer factor es la falta de personal STEM —acrónimo en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas— en nuestra comunidad. Hay una demanda demasiado grande y muy pocos aspirantes. Baleares necesita hacer una apuesta fuerte para formar a los jóvenes en estudios científico-tecnológicos, especialmente entre las mujeres, cuya representatividad en el sector sigue siendo mínima. Si se quiere realizar un cambio de modelo económico en nuestra tierra, es imprescindible formar a los jóvenes para que las empresas TIC puedan crecer y coger volumen para ser competitivas a nivel nacional e internacional. De alguna manera, también se deben buscar programas para que personas adultas puedan reconvertirse y entrar en un sector que necesita diferentes perfiles, visiones y experiencias. Es mucha la demanda que existe y debemos explorar diferentes caminos.

¿Y cuáles son los otros dos factores?

El segundo factor es que nuestra comunidad año tras año deja de ser competitiva. El alto coste de la vida y los problemas en la vivienda hacen que muchos de los trabajadores cualificados se vayan fuera de Baleares. Y el tercer y último factor importante es que los salarios que pueden pagar las empresas a los trabajadores no son lo suficientemente atractivos en comparación con otros países. Las empresas actuales no tienen personal suficiente para poder crecer y ser competitivas. Dicho esto, me gustaría remarcar el alto nivel de las empresas actuales, siendo líderes en muchos sectores. Desde el Govern se debería apostar más por este sector y por consumir productos Km 0 —de proximidad— y también productos tecnológicos.

¿Qué beneficios aporta este sector a la industria turística?

Son muy diversos, ya que la digitalización se ha convertido en un instrumento clave en prácticamente toda la cadena de valor, desde los motores de reservas que hacen que se elija nuestro destino turístico frente a la competencia internacional hasta la gestión y experiencia del usuario.

"Nuestra comunidad año tras año deja de ser competitiva. El alto coste de la vida y los problemas en la vivienda hacen que muchos trabajadores cualificados se vayan fuera de Baleares"

¿En GSBIT organizan jornadas y seminarios para difundir su labor?

Desde sus inicios, en GSBIT se han realizado múltiples iniciativas para difundir conocimiento y lecciones aprendidas entre los asociados, como por ejemplo los "Cafés TIC", y solemos dar apoyo a todas las acciones formativas y de fomento de estudios y participación de la mujer desde edades tempranas.

¿Están trabajando en algún nuevo proyecto ahora mismo?

Tenemos varias líneas de acción. Unas son más reactivas, como identificar, participar o apoyar actividades relacionadas con el fomento de vocaciones científico-técnicas y actividades de las empresas asociadas. Otras son proactivas, como organizar actividades para visibilizar el talento local y poner en contacto a nuestras empresas asociadas con otras empresas o asociaciones empresariales. Queremos que se sepa que tenemos empresas especializadas en muchísimos de los campos de desarrollo que se demandan hoy en día para la transformación digital de empresas, productos y servicios. También de forma proactiva desarrollamos acciones específicas para el alumnado de Formación Profesional y la UIB.

¿Cómo ha afectado el coronavirus a las empresas tecnológicas a nivel económico?

En general, ha sido de modo muy asimétrico. Con todo lo que ha sufrido la sociedad, no consideramos que sea ético decir que lo hemos pasado especialmente mal, si bien ha habido empresas muy afectadas dado su vínculo con el sector de la restauración y el turismo. En general, el sector TIC ha resistido muy bien la crisis, lo que no quita que haya tenido sus dificultades y que si se pretende que se convierta en palanca transformadora de la economía, se debe vigilar de cerca su evolución y asegurar su supervivencia local.

"Desde el Govern se debería apostar más por este sector y por consumir productos Km 0 —de proximidad— también en los productos tecnológicos"

¿Cuáles son sus principales peticiones a la Administración Pública?

De manera genérica, son las de siempre. Ser profeta en tierra de uno es muy complicado y necesitamos hacer efectivos los instrumentos que permitan desarrollar el tejido productivo innovador, como por ejemplo articular proyectos a través de la compra pública innovadora que pongan en valor la tecnología y a sus empleados, que son los que generarán riqueza local a largo plazo y además proporcionarán un mínimo de soberanía digital que garantice cierto grado de libertad y margen de maniobra ante vaivenes globales por la crisis de turno.

¿Las administraciones deberían apoyar más a los emprendedores?

Lo intentan, pero seguramente no sea suficiente o con las fórmulas adecuadas. Las ayudas están dispersas, son farragosas y, en general, de baja intensidad. Además, las empresas necesitan al principio crédito, pero luego equipos especializados y sobre todo negocio y escalabilidad.

¿Cree que habrá novedades significativas en el sector de las nuevas tecnologías en los próximos años?

Estoy convencido. Añadiría más, de nuestra estrategia de adopción y de la posición de las grandes empresas tecnológicas europeas en la ecuación dependerán nuestra libertad y el estado de bienestar de las nuevas generaciones. Algunos ejemplos serían: ¿Qué pasará con las criptomonedas? ¿Y con la privacidad de datos actualmente en manos de los grandes "players"? ¿Qué plataformas de vehículos conectados y de drones autónomos se autorizarán? ¿Cómo evolucionará la ética de los algoritmos IA —Inteligencia Artificial—?

Es una cuestión compleja...

En el corto plazo, necesitamos empezar apostando por una industria de base tecnológica circular, sostenible y de valor, para balancear la excesiva dependencia de la importación de materias primas y su manufactura posterior para el desarrollo de productos estratégicos. En el caso de la digitalización, hablamos de poder programar un código software; en el caso de la electrónica, de poder diseñar y ensamblar placas, o de poder transformar por ejemplo residuos en materiales reutilizables para la industria y la artesanía local.

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