Joana Marcús: "Escribir siempre sobre los mismos personajes cansa"

Marcús tiene 23 años, pero su éxito -avalado por el millón de libros vendidos- le llegó con 13 años gracias a la plataforma Wattpad, donde publicó su primera novela ("Ciudades de humo") y donde aún sigue y seguirá, porque esta joven amante del papel tiene alma digital.

Pero es en el territorio de la tinta donde esta futura psicóloga (está en su último año de carrera) cierra la saga con la que ha conquistado a cientos de miles de lectores. Lo hace porque es artista, en mayúsculas, y esa condición la hace mirar hacia adelante en busca de nuevos territorios.

Aunque también es por una cuestión de "honestidad".

"Creo que sabía que éste iba a ser el último libro, porque llega un punto en el que escribir siempre sobre lo mismo, los mismos personajes o el mismo mundo, me cansa (...) hay que ser muy honestos y decir que este chicle ya no se puede estirar. Necesito cambiar como artista, pero me parecía bonito que la historia no concluyera tanto con el libro de Jack, sino con una parte en el que todo el mundo tuviera su cierre absoluto", cuenta.

Una trama que empezó cuando Jane y Jack tenían 18 años y que concluye con éstos dos personajes ya con hijos adolescentes, Ellie y Jay, los protagonistas reales de esta historia en la que Marcús aborda temas como la homosexualidad vivida con libertad o el cuidado de los mayores.

Dos jóvenes que no tendrán tampoco, como sus padres, continuidad en otros libros, avisa: "no, ya es final final, lo tengo clarísimo".

"Lo bonito era acompañarlos ya hasta el final de su trama y además hice una cosa al final de este libro, explico todos los personajes que han pasado por esta saga y qué ha sido de ellos, porque también me parecía importante poder poner el lacito a todo el mundo, no solo a los protagonistas", matiza.

Dado que este universo llega a su meta, Marcús hace un balance más que positivo, porque estos libros le han traído "muchas cosas bonitas, muchas cosas súper positivas" y otras tantas que "nunca" pensó que llegaría a tener.

A la vez, agrega, todas las cosas buenas "traen una parte mala, traen flexión y traen estrés": "me han hecho madurar mucho como escritora, pero también como persona. Me han hecho entender un poco que a veces los objetivos que tenemos no siempre terminan sucediendo de la manera en la que queremos que suceda".

Es como, afirma, esa frase que dice "cuidado con lo que deseas", por eso reconoce que en estos años ha aprendido a "gestionar la presión, la frustración" y a tener sus ideas "más claras".

"Llega un punto en el que tienes tantas opiniones alrededor que necesitas que tu propia seguridad esté muy, muy clara y muy, muy firme. Entonces creo que me ha ayudado mucho en eso", asevera.

Según confiesa, su actual dualidad de "madurez e inmadurez", propia de la edad, la ha llevado a volcar en Jay y Eli sentimientos encontrados a la hora de afrontar la misma situación.

Con estas dos caras, Marcús advierte también sobre otra cuestión que la diferencia de otras compañeras de profesión: el hecho de que ninguno de sus libros se haya llevado al cine o la televisión.

"Han llamado bastantes veces a la puerta y sigo diciendo que no porque me parece un poco absurdo decir que sí a algo solo porque todo el mundo lo está haciendo. Igual me estoy equivocando y dentro de cinco años saco una serie, pero estaré contenta porque mi carrera no es la de adaptar libros. Mi carrera es de escritora y de sacar libros y ya está, lo tengo clarísimo", avisa.

Respecto a su futuro, Marcus asegura que su 'naricilla' ahora la quiere llevar por muchos 'lados", aunque lo que le 'apetece' es 'desmarcarse un poco' del 'romance rosita'.

"Iré por una cosa un poquito más oscura aunque, obviamente, con los mismos elementos, con el mismo humor y para pasármelo muy bien", concluye.