Todos los indicios apuntan a que la extrema derecha y la derecha extrema con la ayuda y connivencia de la basura mediática, parte del empresariado del IBEX 35, gran parte de la iglesia católica, con la ayuda de militares en activo y en la reserva están preparando el terreno para dar un golpe de estado y es algo que está soplando en el viento.
Esto suena al cuento del lobo: tantas veces nos han avisado en falso de que venía el lobo feroz, que cuando venga de verdad, nos pillará de parranda, o lo que es lo mismo “con las bragas en la mano”, sin que nadie tenga en cuenta lo asombroso y rápido que las cosas pueden pasar de ser malas a ser una tormenta de mierda, y esto lo digo para aquellos que creen, en su inocencia o en su irresponsabilidad, que los golpes de estado solo los dan lo militares. Como la inocente ministra de defensa que hace poco negó “deslealtad de la Guardia Civil y no ve riesgo de golpe de Estado”.
Cualquiera que esté minimamente al corriente de la actualidad política nacional española habrá notado que la derechona española está usando, al pie de la letra, las fases para derrocar Gobiernos mediante lo que se conoce como “golpes suaves” que describió Gene Sharp (1918-2018, filósofo, político, profesor, politólogo y escritor estadounidense) en su ensayo titulado 'De la dictadura a la democracia', en el que describió 198 métodos diferentes de tomar el poder por la fuerza, sin tener que recurrir a las armas convencionales.
Esos golpes se llevan a cabo mediante una serie de medidas que van desde el debilitamiento gubernamental hasta la fractura institucional, que es lo que están intentando hacer PP y Vox con la ayuda inestimable de los antes enumerados.
El intento de “golpe suave” de Estado (“ pequeñito” le ha llamado Jiménez Losantos) y derrocamiento del Gobierno se está desarrollando en cinco fases:
Primera fase: Están llevando a cabo acciones para generar y promocionar un clima de malestar. Entre dichas acciones destacan la realización de “denuncias de corrupción y la promoción de intrigas”.
Segunda fases: Desarrollan una intensa campaña en defensa de la libertad de prensa y de los derechos humanos acompañadas de acusaciones de totalitarismo contra el Gobierno en el poder.
Tercera fase: Realizan una lucha activa por reivindicaciones políticas y sociales y en la promoción de manifestaciones y protestas violentas, amenazando las instituciones.
Cuarta fase: LLevan a cabo operaciones de guerra psicológica y desestabilización del Gobierno, creando un clima de presunta “ingobernabilidad”.
Quinta fase: Están tratando de forzar la renuncia del presidente mediante revueltas callejeras para controlar las instituciones, mientras se mantiene la presión en la calle. Paralelamente están preparando el terreno para una intervención militar, mientras intentan lograr el aislamiento internacional del país.
No es inocente que Federico Jiménez Losantos diga: “El Gobierno necesita un pequeño 23-F”. Tampoco que el teniente coronel en activo Enrique Area Sacristán diga, refiriéndose al Presidente: “No te debemos lealtad, patán mentiroso”.No es inocente la defensa por parte del PP y de Vox de los mandos de la guardia civil defenestrados.
Los ejemplos de declaraciones incendiarias de cargos públicos de Vox principalmente y del PP son múltiples, llamando a la insurrección, llamando miserablemente a las fuerzas armadas a levantarse en armas contra el legal poder político establecido como ya ocurrió en el año 1981, para no remontarnos a épocas más lejanas pero aun frescas en la mente de todos.
Lo dicho: “It’s blowing in the wind”, se está gestando un golpe de estado de manual, y hay que hacer algo ya, o cuando quieran despertar de este sueño onírico de que no pasa nada será demasiado tarde y el País no puede permitírselo.