Cada vez que se celebra un festejo taurino en Mallorca se suceden las denuncias de los colectivos animalistas, con los que cada cual puede estar de acuerdo o no, pero de lo que no cabe ninguna duda es que la legislación autonómica prohíbe taxativamente que los menores de 16 años puedan acceder a los espectáculos de esta naturaleza. Pese a tal prohibición, los promotores de las corridas de toros permiten que los menores accedan a las plazas. El último episodio se vivió este jueves en el Coliseo Balear, cuando una persona de gran relevancia pública como es la infanta Elena, hermana del Rey Felipe VI, presenció un festejo acompañada de su hija Victoria Federica, de 15 años.
Los organizadores de los espectáculos taurinos deben cumplir la Ley como todo el mundo y es inexplicable esta contumacia en desobedecer la prohibición de la entrada de menores en los recintos donde se celebran tales espectáculos. Está claro que ellos no están de acuerdo con la norma, pero eso no les priva de la obligación de respetarla y acatarla. Además, con su persistencia en permitir la entrada de menores a las corridas de toros, transmiten un mensaje muy negativo que dota de argumentos a los animalistas que defienden su prohibición. No es lícita insumisión que además, lleva aparejada la exhibición orgullosa del incumplimiento en tantas ocasiones a través de las redes sociales. Cumplir la Ley es el único camino.