Según informó hace unos días la Conselleria de Administraciones Públicas y Modernización, el secretario balear de Memoria Democrática y Buen Gobierno, Jesús Jurado, y el director general de Memoria Democrática, Marc Herrera, se reunieron el sábado con la alcaldesa de Porreres, Xisca Mora, y el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento y miembro de la Comisión Histórica de Porreres, Miquel Àngel Veny.
El objetivo de este encuentro fue la presentación, por parte de los responsables de la empresa Atics, Cesc Busquets y Jordi Ramos, de la segunda intervención en el cementerio de Porreres para localizar víctimas de la Guerra Civil, que tiene actuaciones previstas entre el 13 y el 27 de octubre.
SEGUNDA FASE
En esta segunda fase, el equipo técnico intervendrá en un espacio que corresponde a la primera zona ajardinada ubicada a la entrada del cementerio de Porreres, en la parte izquierda. En total se realizarán cinco sondeos alrededor de este lugar, en cuyo centro se levanta un conjunto de monumentos funerarios. Los sondeos se llevarán a cabo a una profundidad mínima de unos 80 centímetros, cota a partir de la cual han aparecido restos localizados en la intervención del año 2016.
Para realizar esta actuación, Atics contará con un equipo formado por cuatro arqueólogos, tres antropólogas y dos forenses, y con el asesoramiento y apoyo histórico de los historiadores e investigadores Bartomeu Garí y Queralt Solé.
APERTURAS EN EL SUBSUELO
Por otro lado, el departamento de Administraciones Públicas y Modernización explicó que el Proyecto de Intervención de esta segunda fase en el cementerio de Porreres, aprobado por la Comisión Técnica de Desaparecidos y Fosas de Baleares, propone realizar una serie de aperturas en el subsuelo del cementerio para corroborar varias informaciones.
En la actualidad, tal y como se recoge en el Plan de actuación, se desconoce la posibilidad real de localizar restos humanos en esta zona ajardinada. No obstante, el elevado número de personas asesinadas en este lugar de Porreres hace pensar que es probable que se utilizara más de una zona del cementerio para excavar fosas donde enterrar la gran cantidad de víctimas asesinadas desde 1936 hasta prácticamente 1938.
Además, a través de la asociación Memòria de Mallorca, se conocen testimonios orales que señalan esta zona ajardinada como lugar de enterramiento de algunas de las víctimas asesinadas.