Incremento de la alerta antiterrorista

Es absolutamente normal que ante en atentado terrorista ocurrido en París, el ministerio del Interior eleve la alerta antiterrorista del nivel 2 al 3. Eso solo significa una mayor presencia policial en los lugares de gran afluencia de público y de gran importancia estratégica, como puertos,  aeropuertos o centros de producción y distribución de energía.

Eso no debe significar que la población deba alarmarse por un incremento del riesgo de sufrir un atentado terrorista. Todo lo contrario. Significa que las Fuerzas de Seguridad estarán más presentes y visibles, y que este incremento de la presencia policial es, de por sí, disuasorio para los delincuentes y tranquilizador para la ciudadanía.

El terrorismo yihadista está contemplado desde hace años como uno de los riesgos más importantes en la planificación estratégica de seguridad del Estado. Por tanto, constituye un objetivo prioritario de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Cabe recordar que son frecuentes las actuaciones policiales y judiciales contra las redes de captación de los yihadistas, con detenciones y registros que ya no son esporádicos sino más frecuentes de lo deseable. Esto pone de manifiesto que los órganos de Seguridad del Estado están en alerta permanente y que  han identificado el riesgo que el terrorismo yihadista supone. No en vano, España sufrió el 11 de marzo de 2004 en Madrid el mayor ataque terrorista acaecido en Europa. Por tanto, la lucha contra el terrorismo yihadista es una prioridad absoluta para el ministerio del Interior.

Además, en España sabemos por experiencia propia que la unidad de toda la sociedad contra los terroristas constituye una de las principales armas contra la barbarie que ellos representan. La firmeza en la defensa de los valores democráticos es vital y de ahí que ante un ataque brutal contra un pilar de toda sociedad democrática como es la Libertad de Prensa y la Libertad de Expresión, la sociedad deba refugiarse en la confianza en sus Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en la acción de la Justicia y en la unidad de los demócratas para confirmar la creencia y confianza en los valores de la civilización occidental y en los principios democráticos que la sustentan.