Incompetencia en Son Sant Joan
sábado 26 de abril de 2014, 06:24h
Ante la evidencia de que la supervivencia de Mallorca depende única y exclusivamente del turismo, causa sonrojo que la dirección del aeropuerto de Son Sant Joan, principal puerta de entrada y salida de la isla, haya decidido que justo al inicio de la temporada se permitan hacer obras de instalación de lectores de códigos de lectores. ¿No tuvieron todo el invierno para este tipo de trabajos? Además, y para más inri, este viernes ha llovido y, como ya es tradicional, hubo apagones y goteras en la terminal, es decir, tercermundismo baratero en la que debería ser una infraestructura impecable.
Pero no hay manera. Los peligrosos vicios del mal funcionamiento y la mala gestión se perpetúan y se convierten en endémicos. Y lo que es peor: sin que las instituciones, el sector empresarial y la sociedad mallorquina en general pongan el grito en el cielo y exijan al Gobierno central que acabe con esta vergüenza. Tal vez el origen de todos los males es que Son Sant Joan es competencia exclusiva de Madrid.
El autogobierno balear lleva décadas pecando de ingenuo con los aeropuertos isleños. No ha habido forma hasta el momento de conseguir su cogestión. La Administración central se resiste como gato panza arriba ante esta aspiración autonómica. Es fácil de entender la causa: Son Sant Joan es uno de los aeropuertos más rentables de España. AENA aprovecha los jugosísimos beneficios que consigue en Mallorca para tapar los agujeros de una larga ristra de instalaciones aeroportuarias deficitarias que se extienden en la Península desde Gata a Finisterre. Pero ya que las cosas son así de patéticas, lo mínimo que podría esperarse de AENA es más sensibilidad y menos incompetencia a la hora de gestionar el aeropuerto de Palma.
Basta de obras cuando aumenta en tránsito de pasajeros, basta de goteras y apagones en la terminal. ¿Es que se llevan tanto dinero a la Península que no les queda el suficiente para poder pagar una servicio de mantenimiento digno de tal nombre?
El Parlament Balear debería tomar cartas en el asunto. No estaría de más que el director del aeropuerto de Palma fuese invitado a hacer una visita a a Cámara para explicar obras, goteras y apagones. Sería muy saludable para todos. Y también sería muy necesario que el Govern Bauzá buscase un acuerdo con la oposición y consensuase con todo el sector turístico conformar un frente común para reclamar a Madrid esta anhelada cogestión de los aeropuertos isleños. Sólo la más férrea unidad podrá hacer mella en la displicencia del Gobierno central hacia una comunidad periférica que, los hechos lo demuestran, es vista en la capital únicamente como poco más que un buen negocio al que hay que seguir exprimiendo.
Si hay un motivo para conseguir que todos los baleares hagan piña muy por encima de ideologías e intereses contrapuestos, es el de conseguir unos aeropuertos al servicio de la sociedad isleña y que no hagan avergonzar cuando más falta hace que sean instalaciones de auténtica categoría, al servicio de la imagen turística del Archipiélago.