José María Rodríguez, tras estar el sector "varado" desde noviembre, empieza a ver la luz al final del túnel al señalar que "al menos ya contamos con la apertura de los chárter aunque con una limitación máxima de 10 personas o un 75 por ciento de la capacidad de la embarcación. Además, podemos navegar dentro de la isla por lo que no tenemos que ceñirnos a la limitación de las 12 millas".
Algo es algo. No obstante Jiménez lamenta que "hasta que no finalice la última fase, nos tememos que no vendrán turistas y, lo peor es la situación con los extranjeros pues en nuestro sector, el 90 por ciento de los alquileres provienen de los turistas extranjeros".
La pandemia del coronavirus no solo ha retrasado el inicio de la temporada sino, lo que es peor, ha afectado directamente al volumen habitual de reservas. En este punto, el presidente del sector recalca que "el hecho de que no sepa uno a qué atenerse debido a los constantes cambios ministeriales ha provocado que se hayan producido numerosas cancelaciones. Los turistas quieren venir, pero al haber tanta incertidumbre no concretan fechas; la incertidumbre y las noticias contradictorias es lo peor que le puede pasar a este negocio. La gente quiere confianza y seguridad".
Pese a todos estos impedimentos, el sector contempla con optimismo el deseo de muchos turistas por venir a Mallorca a navegar: "Hemos recibido cantidad de llamadas de familias y de grupos de amigos que desean navegar. Curiosamente, tenemos muchas peticiones por parte de médicos y sanitarios de todas partes de España", destaca Rodríguez.
COMPETENCIA CON OTROS DESTINOS
Las cerca de 4.000 autorizaciones existentes y los 3.000 trabajadores directos que genera el sector del charter en Baleares están a la espera de que puedan tener margen para poder actuar y alquilar sus embarcaciones ya que "la competencia es feroz". Jiménez subraya en este sentido que "hay multinacionales que vienen a España y que tienen su sede en paraísos fiscales. Esta gente está abandonando España y está trasladando su flota a Croacia. Me han comentado que ahora Croacia está arrasando. Sé de personas y grupos que preferirían venir a Mallorca, pero como no saben cuándo podrán hacerlo ni en qué condiciones, pues al final no vienen. Creo que septiembre será un mes bueno para el sector, al menos en este mes ya sabremos definitivamente a qué atenernos".
"El problema más gordo, añade, es la indefinición en la que nos encontramos. Tú quieres ir de vacaciones pero dependemos de los que diga el Gobierno y lo que no puede ser es que un ministro diga una cosa y al rato, otro ministro le desautorice. Aquí cada uno va por libre y esto no es bueno", apunta el presidente.
La única manera de hacer frente a estas situaciones es realizar importantes campañas de promoción del producto, tanto a nivel nacional como internacional aunque, una vez más, tampoco es tan sencillo: "Hemos intentado la promoción a través de la Cámara de Comercio, administraciones y de los portales nacionales, pero todo son problemas. Los primeros por la lentitud en desarrollar las campañas y en el caso de los portales nos hemos encontrado que como ha estado cerrado el alquiler en Baleares, pues estos portales lo que hacen es ofrecer embarcar desde Barcelona, Denia o Valencia y contra esto no se puede luchar. A todo ello, hay que anotar que, por ejemplo, en España el last minut son 15 días, pero para los alemanes el last minute empieza en enero ya que debido a su sistema laboral, tienen programado con mucha antelación sus días de vacaciones".
José María Jiménez reconoce que este año "ni pensar en hablar de beneficios. Contamos con que habrá perdidas importantes. Me daría con un canto en los dientes si conseguimos llegar a facturar el 50 por ciento de lo que facturamos el año pasado. Hasta la fecha, la facturación ha caído en un 95 por ciento y a partir de estos momentos, es hora de empezar a recuperarnos".