Inasumible

Ya han finalizado las fiestas navideñas y volvemos a la realidad de la vida. Hemos incumplido ya las propuestas de año nuevo y volvemos a estar donde estábamos hace escasas tres semanas, en la rutina de nuestras vidas.

Pienso que en este pequeño país hay una persona extraordinariamente afortunada con el trabajo que tiene y donde lo tiene, la Presidente Armengol. Cualquier persona que trabajase en la privada con su nivel de ineficiencia e ineficacia la habrían despedido, y a buen seguro hubiera sido un despido procedente.

Sólo les pondré un ejemplo de lo que ha sido su gestión de este mandato a punto de finalizar: Son Dureta. Si Vds. miran una foto de cómo recibió el complejo hospitalario en el verano de 2015 y lo comparan con una foto de enero de 2019 podrán ver que esencialmente, un poco más deteriorado, el edificio está igual. Es decir, ni ella ni su Consellera del ramo, han hecho nada.

Recordarán que en febrero de 2017, hace casi dos años, a bombo y platillo, la propia Presidente presentó lo que sería la reforma de Son Dureta comprometiéndose a iniciar las obras en el año 2018, si, ese que hemos cerrado hace ocho días, y no importa decirles que no se han empezado ni hecho esa cosa tan cursi que es poner la primera piedra.

Imagino, sólo lo imagino aunque a mí me daría vergüenza, que su idea es incluirlo como proyecto estrella para las elecciones de mayo de este año y comprometerse ante el electorado de ejecutar en el siguiente mandato la infraestructura. La realidad es que de 2015 a 2019 hemos perdido un tiempo precioso, pero como pagamos los contribuyentes eso no tiene importancia. No hay como tirar con la pólvora del Rey o como dijo la Vicepresidente Calvo, el dinero público no es de nadie.

En una sociedad como la nuestra en la que la población envejece de manera progresiva y en la que además no estamos sobrados de plazas y equipamientos socio sanitarios y asistenciales tener Son Dureta en el estado en que se encuentra es un lujo inasumible para la ciudadanía.

La Presidente Armengol debería empezar, a cinco meses de las elecciones, a cumplir sus compromisos y a respetar la inteligencia de la ciudadanía; para tener el edificio de Son Dureta en el estado que lo tiene quizás nos saldría más a cuenta que lo dinamitase, así no tendría mantenimiento y las ratas podrían seguir correteando igual.

En política y más cuando se ostenta un cargo público importante uno se puede equivocar, incluso puede acertar en la toma de decisiones, lo que nunca es opción es no hacer nada y justamente es lo que se hace con Son Dureta. Si no son capaces de resolverlo dejen paso a otros que si lo estén, de su partido o de la oposición, pero el aquietamiento no resuelve los problemas de los ciudadanos y los de Son Dureta.

Unas últimas palabras para recordar la persona de Josep Juan Cardona, a quien se le impuso una condena durísima basada en la delación; que ha sido, como el señor Zaplana, maltratado por el sistema. Cuando se nos habla de reinserción y no de castigo que por favor no nos pongan el ejemplo del señor Juan Cardona pues con él se están ensañando en el castigo a pesar de sus esfuerzos diarios y felicitaciones que recibe por su comportamiento y trabajo en la prisión. Sigo pensando que es un buen hombre. Qué tengan un buen día.

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