Los hechos tuvieron lugar a altas horas de la madrugada, más allá de las cinco, el pasado 19 de junio, cuando agentes de la Policía Local de Palma fueron comisionados para que se desplazaran hasta el lugar del accidente.
Tras departir con la conductora, una mujer de 28 años, los agentes apreciaron en su interlocutora síntomas compatibles con la ingesta de bebidas alcohólicas. Después de un primer intento, la joven se negó a continuar con la prueba de alcoholemia, pese a ser informada de que esto implicaría su imputación por un presunto delito contra la seguridad vial.
Al continuar manifestando su negativa, la Policía Local de Palma procedió a su imputación y a elaborar un atestado sobre los hechos dirigido a la autoridad judicial.
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