Impresentables declaraciones

Las declaraciones que realizó la semana pasada el teniente general Ricardo Álvarez Espejo, son sorprendentes, cuando no impresentables, al pedir que el Ejército mantenga la máxima "neutralidad" y "respeto institucional" ante el proceso separatista del gobierno catalán.

Se olvida el teniente general, desconozco si intencionadamente o no, del artículo de la Constitución que hace referencia a las Fuerzas Armadas. Se trata del artículo 8 cuyo primer punto es tan claro que no caben interpretaciones: Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.

Defiende su postura el sr. Alvarez alegando que estamos ante "un tema exclusivamente político que se tiene que resolver con la política". Cargándose así las sentencias del Tribunal Supremo y del Constitucional. Las mismas que no dejan lugar a dudas sobre la subversión legal del proceso separatista.

No es un tema político, tal como defiende este teniente general, por el simple hecho de que las actuaciones de las instituciones de gobierno catalanas en manos de los separatistas no se ajustan a la legalidad constitucional, chocando frontalmente con el artículo 2 que habla de la "indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles".

La Carta Magna, recordemos, exige a las Fuerzas Armadas que defiendan no sólo la "integridad territorial" de la Nación sino el "ordenamiento constitucional". Este es el más alto deber del teniente general Álvarez. Si ni tan siquiera los altos mandos militares tienen claro cuales son sus responsabilidades apaga y vámonos.