El pasado martes asistí al homenaje que la radio pública de les Illes Balears concedió a un personaje público y querido en las islas como es Tomeu Penya. El talento se percibía por todas partes: entre los jóvenes que versionaron magistralmente sus temas, en el propio Tomeu tras 50 años de carrera profesional y su inesperada versión final de Illes dins un riu junto a la increíble voz de Marisa Rojas y entre el personal de IB3 Radio que montó un acto que llenó el Teatre Xesc Forteza de Palma dejando a mucha gente fuera en lista de espera. El evento costó lo que costaron las dos cocas y los refrescos de los músicos.
La ilusión de una plantilla que se deja la piel en todo lo que hace, hizo el resto. Desde la de los que idean nuevos proyectos hasta la de los que los ejecutan, pasando por la de los que velan que el día D salga todo como toca.
El Director General se emocionó al ver el potencial de su plantilla y la puesta en escena. El ambiente era mágico. Entre la clase política asistieron Biel Barceló, Jaume Font y Biel Company. Inexplicablemente no acudió ningún miembro del gobierno. Por no acudir, fue prácticamente nula la presencia de la plantilla de la televisión.
Y es que la Radio siempre ha sido el hermano pequeño y, a veces menospreciado, por el Ente. Por no compartir, ni siquiera comparten sede. Los medios, el presupuesto y la atención siempre se la lleva el hermano grande que observa, a veces, con lejanía y altivez lo que hacen en la radio. He aquí mi pequeño homenaje a IB3 Radio. Me confieso un fiel oyente de esta emisora y es mi principal fuente de información para lo local. Mucha de la frescura e inmediatez de los contenidos de la radio se echan de menos en los de la televisión.
De todas las virtudes me quedo con el talento que rebosa en el personal de la radio.
Durante la gala recordé mis cuatro años en la casa y cómo comprobaba día tras día que la gente de la radio tiene un perfil especial. Su imaginación, creatividad y reinvención diaria no dejaban de sorprenderme. Como responsable del presupuesto en aquel entonces, comprobaba atónito como la riqueza de sus propuestas no iba reñida con la austeridad del coste para ejecutarlas. Y es que la creatividad y el talento no son caros. El problema es que son escasos.
Como ejemplo, un botón. Durante la gala se emitió un divertido vídeo de Toni Escanellas, del programa La Picolíssima de IB3 Radio, en el que imitaba a Tomeu Penya versioneando canciones actuales y arrancó la carcajada continua de los asistentes. No deja de sorprender que, aun perteneciendo al mayor medio de comunicación de las islas, tuviera que ser grabado con un teléfono móvil. Otra muestra de mucho talento ejecutado a coste cero así como de la desigualdad de recursos entre la tele y la radio.
El desdén del Ente hacia lo que proviene de la Radio se volvió a palpar en la gala. Ni una cámara de IB3 Televisió había en el recinto. Un espectáculo que hubiera dado, sin duda alguna, una elevada audiencia a la cadena. Estando tan necesitada como está no se comprende la no retransmisión del evento. Tomeu Penya cumple todo lo que demanda el público objetivo de IB3: mayor de 65 años residente en núcleos rurales.
El hermano mayor volvió a infravalorar el potencial del hermano pequeño ¿O fue un error de visión estratégica? ¿O será que no conocen lo que su audiencia demanda? Eso explicaría muchas cosas de los últimos tiempos.