www.mallorcadiario.com

Hotel sin aparcamiento, casino sin aparcamiento

viernes 14 de febrero de 2014, 18:26h

Escucha la noticia

El proyecto de construcción de un hotel de ciudad en plena plaza de Cort, esquina calle Colón, está en fase de estudio de detalle en el Ayuntamiento. Es una negociación difícil porque en el subsuelo se encuentra un aljibe musulmán del siglo X que ha de ser preservado. No será posible construir el aparcamiento subterráneo que desea la empresa promotora. Pese a ello, el Ayuntamiento comprende que un nuevo hotel en la zona potenciará la presencia de turistas en el Casco Antiguo, activará el comercio y creará puestos de trabajo. Como es lógico, no desprecia esta inversión. La quiere. Busca compensaciones para la empresa para que caso de que no pueda construir el aparcamiento.  Aprobará más volumen para el edificio,  permitiendo edificar donde antes había un patio interior. Es lógico que actúe así, por el bien de la ciudad.

Por contra, estos mismos responsables municipales han prohibido la ubicación de un casino en el edificio del Teatro Balear alegando que no tiene aparcamiento -hay uno público justo delante- y que hay vecinos junto al inmueble. Para más inri, está opción de casino fue aprobada por el Govern previa presentación de un informe de idoneidad de Cort. Es de chiste macabro. Cort tira por la borda una inversión de diez millones de euros que crearía más de 170 puestos de trabajo.

¿Cómo es posible tanta comprensión con el hotel de Cort y tanta absurda displicencia con el casino, que también se encuentra en el Casco Antiguo? ¿Porque hay guante de seda para unos y mano de hierro para otros? Con esta manera de actuar, lo único que consigue el Ayuntamiento es crear más y más inseguridad jurídica. No era éste el espíritu del alcalde Mateu Isern cuando se presentó a las elecciones, sino todo lo contrario. Dijo que eliminaría trabas absurdas y que agilizaría todo lo que estuviera en su mano para potenciar la inversión. Pero a la hora de la verdad le ha puesto la zancadilla a posteriori a un proyecto que tiene la bendición de la Comunitat Autònoma.

Palma está dando un mal ejemplo a los posibles inversores. Por un lado todo son problemas y por el otro florecen las facilidades. Suena a ciudad tercermundista, no a una capital que aspira a ser la líder de todo el Mediterráneo y que tiene en su Casco Antiguo su principal emblema de orgullo. ¿Quiere Isern inseguridad y miedo a invertir en el lugar  que pretende que se convierta en Patrimonio de la Humanidad? Es tan absurdo como cierto. El turismo es fundamental para el futuro del centro de la ciudad. Y un casino bien ubicado y en zona urbanística equilibrada es clave como reclamo, tanto en verano como en invierno.