Llega un crucero a la ciudad, en temporada todavía baja, con turistas que han pagado un precio bastante alto para poder venir a ver la Isla entre otros sitios que van a visitar. Nada más llegar, se encuentra con mal tiempo, pero como están de vacaciones piensan que hay que aprovechar y bajarse del barco para ver cosas, se encuentran con una manifestación en contra de los turistas de cruceros y cuando llegan a la ciudad, se la encuentran practicamente cerrada en cuanto a la oferta de compras, tanto centros peatonales, cómo grandes superficies.
Son turistas que si les gusta lo que ven, pueden repetir en otra época del año y por otros medios, alojándose durante más tiempo y generando riqueza, pero tendrán que hacer un esfuerzo de imaginación para que lo que estan viviendo sea un bonito recuerdo.
Mientras tanto, ni un solo gesto por parte de las autoridades para revertir esta situación, aquellos que hace unos años, entendían y trabajaban para que el turismo de crucero fuera una realidad, ahora se ponen de perfil. Yo entiendo que los contextos cambian, pero si tu has hecho posible de alguna manera que nuestro destino sea un buen reclamo de cruceros, te lo tenías que haber pensado un poco a la hora de hacer el efecto llamada, ya que una cosa que les tenemos que pedir a nuestros dirigentes es que no sólo piensen en el corto plazo sino en el medio y largo plazo.
La gente tiene derecho a protestar sobre aquello que no le gusta, muy probablemente se tendrá que abordar de una manera objetiva el techo poblacional de esta Isla, venga por la vía que venga, pero las protestas que se realizen ante quién lo puede arreglar y en este caso no son los cruceristas sino las autoridades, porque sino esto podría llegar a niveles de intolerancia pura y dura o de que algunos pocos decidan por los demás que tipo de Isla queremos para todos y aparentemente es lo que está sucediendo. Hemos pasado en este país de las mayorías absolutas a las minorías represoras de todo aquello que no les gusta, aunque para ello apenas cuenten con un porcentaje mínimo de votos.
Por mi parte, como desde que era joven en aquellos años 80s les sigo dando la bienvenida al turista que llega y disfruta de nuestra Isla, dejando parte de sus ahorros y su ilusión en ello, haciendo cómo mínimo un ejercicio de empatía, porque a los que nos gusta viajar y ver mundo, sabemos que estas no son maneras y no queremos que se nos reconozca como una Isla antipática.
P.D. Hospitalidad, no tiene nada que ver cono pleitesia , servilismo o todo vale.