Rodrigo Lanza ha sido juzgado este viernes por un Tribunal Popular en Zaragoza acusado de la muerte de Víctor Laínez en diciembre de 2017. El Tribunal Popular considera que los hechos son constitutivos de sendos delitos de homicidio imprudente y lesiones, y ha descartado que el comportamiento del acusado estuviera motivado por razones ideológicas. Este suceso es conocido popularmente como el 'crimen de los tirantes', a causa de la supuesta filiación ultraderechista de la víctima y su supuesta afición a vestir tirantes con la bandera española.
El Tribunal Popular ha considerado culpable de un delito de homicidio imprudente y otro de lesiones a Rodrigo Lanza, el joven involucrado en la muerte de Víctor Laínez, en Zaragoza, en la madrugada del 8 de diciembre de 2017. Los miembros del tribunal han considerado que no existieron motivaciones ideológicas en el comportamiento agresivo de Lanza, a pesar de que, según algunos testimonios, el acusado había sido informado de las presuntas tendencias ultraderechistas de la víctima y de su afición por vestir tirantes con la bandera española, razón por la cual a este suceso se le ha adjudicado la denominación popular del 'crimen de los tirantes'.
Igualmente, el Tribunal entiende que tampoco se ha documentado fehacientemente que el óbito de Laínez se hubiera producido, directamente, a consecuencia del ataque del acusado, sino que, más probablemente, se debió al impacto de la cabeza de la víctima en el suelo después de que Lanza le golpeara.
El presidente del Tribunal Popular ha comunicado que dará a conocer la sentencia la próxima semana. Con la ley en la mano, y tras la decisión de los miembros del Tribunal de imputarle sendos delitos de homocidio imprudente y de lesiones, descartando otros supuestos, como el de alevosía, la pena máxima a la que se enfrenta Rodrigo Lanza es de 12 años de prisión. Esta es, precisamente, la petición que han realizado tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular y la acusación popular, ejercida por la organización política Vox.
La defensa, en cambio, ha solicitado la libertad para su defendido al entender que el único año en prisión que, según su criterio, le sería aplicable, ya ha sido cumplido con creces. De hecho, Rodrigo Lanza acumula ya dos años en situación de prisión preventiva.