Los caballos nos han acompañado desde hace miles de años. Es uno de los animales más nobles que existen y han estado siempre ligados al ser humano. Según los expertos, la primera escuela de equitación fue fundada por el conde de Fiaschi en el año 1539 en la ciudad Italiana de Ferrara y todo apunta a que fue la primera escuela de equitación de la que se tiene noticia.
Mallorcadiario.com ha estado en una escuela de equitación muy especial, en la que se trata al caballo como a un compañero de trabajo, con mucho respeto y generando vínculos importantes entre montura y jinete. EquusMind, situada en el Camí Vell de Bunyola, abrió sus puertas hace cuatro años y desde el primer momento practica la equitación consciente "una fórmula que se aleja de la equitación tradicional y que se basa en aprender a montar comprendiendo y asimilando el porqué de las cosas, es decir, qué pasa cuando colocamos el cuerpo de una determinada manera al montar o cuando se ayuda al caballo. Es una fórmula que nos enseña a no montar porque sí, por inercias, y hacerlo de manera consiente", nos explica Pere Mas, fundador de EquusMind.
Esta forma de equitación se formula alrededor del animal, desde el respeto y siempre sabiendo que el trabajo que se hace no está enfocado a la competición, si no que es mucho más emocional. Así, se consiguen general unos vículos con el animal que de otra forma sería imposible, ya que en EquusMind se trabaja la colaboración, no la sumisión del animal.
"Intentamos respetar el llamado 'triangulo de la felicidad', que el caballo viva en grupo, en manada, con acceso a comida y agua las 24 horas y que tenga total libertad, que se pueda mover en todo el espacio con el que cuenta la escuela de equitación", relata Pere, porque sabe que los caballos necesitan a la manada para estar relajados. Son animales sociales y en su entorno natural viven siempre en manada. Dependen de la manada tanto por la estimulación social como por la sensación de seguridad. Un caballo que está solo nunca está totalmente relajado.
"En nuestra escuela se tiene muy en cuenta todo esto. Los roles del animal en el grupo son muy importantes porque así trabajamos con unos caballos psicológicamente sanos y tranquilos", asegura Pere, lo que después se transmite en las clases con los seres humanos, que disfrutan con el aprendizaje de un deporte que tiene muchos beneficios.
Pere Mas y Sara Colom decidieron hace cuatro años implicarse en este proyecto que se sale de lo que podría ser una escuela de hípica convencional. "Creimos que era la forma correcta de interactuar con los animales, de que nuestros alumnos se beneficiaran de todo lo que bueno que aporta estar en contacto con los caballos, y así es como se enfocan las clases", cuenta Pere, que un tiempo después continuó en solitario al frente de la escuela.
Los caballos de EquusMind no llevan bridas con freno o bocado, que son los hierros que se introducen en la boca del animal, ni tampoco se utilizan las espuelas para guiar o domar al caballo, haciendo del cuerpo del jinete la herramienta de trabajo y potenciando la colaboración con el animal. "Nuestro objetivo es que el alumno aprenda entendiendo al caballo, no intentando domarlo o ser superior a él de alguna forma. El alumno se adapta al caballo, no el animal al alumno, ya que cada caballo, al igual que las personas, tiene un carácter determinado, por lo que no tratamos por igual a todos los caballos, como tampoco lo haríamos con las personas", asegura Pere.
Además, en EquusMind los caballos difrutan de días de vacaciones, como también nos gusta disfrutarlas a nosotros, "los animales también tienen derecho a desconectar por lo que disfrutan de sus vacaciones. Además, trabajan una hora al día de media y cuando son dos horas es porque se está haciendo terapia o se trabaja 'pie a tierra', con lo que el caballo está descansado. Intentamos que se respeten esos descansos con más caballos, no que éstos hagan más horas", remarca Pere, que sabe que ese respeto es la base para poder trabajar con estos nobles animales.
La equitación infantil es más que un simple deporte para los niños. Su práctica proporciona numerosos beneficios para su salud física y psicológica. Por ello la equinoterapia se utiliza cada vez más como un tratamiento alternativo para aliviar distintos trastornos físicos o psicológicos en los niños. En la escuela cuentan con diferentes tipos de alumnos y trabajan con niños con alguna discapacidad, como la del espectro autista, y lo hacen siempre con profesionales dedicados a ello. Buscan que estos niños se adapten al grupo de una forma natural y lo hacen mediante los animales, con lo que los objetivos marcados en la terapia se van consiguiendo poco a poco.
En los diferentes talleres que se realizan en EquusMind, nos llama la atención los de hipnosis y de conexión. Con la ayuda de un profesional en hipnosis terapéutica se consiguen objetivos como la eliminación de traumas, la gestión emocional y mejorar la técnica a la hora de montar, además de aprender a conectar con los animales.
En EquusMind hay clases y talleres todo el año, pero en verano, además, se crean unos campus para que los niños puedan acercarse a este deporte durante toda una semana haciendo diferentes actividades, no sólo montar, "si no que también hay que 'saber estar' con el caballo, saber que necesita unos cuidados y que no son herramientas, sino seres vivos".
En definitiva, desde EquusMind se busca el rendimiento deportivo pero se hace de una forma respetuosa, amable con el animal y buscando siempre su bienestar. Porque como dicen en la escuela, la equitación consciente y el bienestar pueden ser la base de cualquier vínculo.