En este contexto de cierres continuos de playas y presiones empresariales, el alcalde de Palma, Jose Hila, ha solicitado formalmente una reunión con los Ministerio para la Transición Ecológica para reclamar y acelerar la nueva depuradora. "Hila y el equipo de Gobierno se marcan como prioridad conseguir que el proyecto impulse para que la nueva infraestructura sea una realidad lo antes posible", indican en un comunicado emitido pocas horas después del de los hoteleros de Ciutat.
La nueva infraestructura cuesta 80 millones, que deben ser asumidos por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente -ahora Ministerio de Transición Ecológica-, ya que la ampliación de la EDAR II se incluye dentro de la actuación "Saneamiento y reutilización de la Bahía de Palma", declarada de interés general y que se enmarca en el que está ejecutando el ministerio para mejorar la calidad de las aguas.
De momento, por parte de la administración local, se avanza en una solución parcial a este grave problema: el colector y tanque de laminación, dos nuevas infraestructuras que permitirán reducir los vertido a las playas Can Pere Antoni y Ciutat Jardí en un 90 por ciento. Las obras, que tienen un presupuesto de 22 millones, ya están en marcha y se espera finalizarlas en año y medio. Además, para poder ubicar la nueva depuradora, EMAYA compró tres terrenos, un en diciembre de 2015 y dos más en marzo de 2018, por un importe de 3,1 millones de euros.
Enésimo cierre de Can Pere Antoni y Ciutat Jardí
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