El alcalde de Palma, el socialista José Hila (Palma, 1972), analiza en esta entrevista la realidad turística actual de Ciutat, tanto en su conjunto como en lo referente a su zona más conocida en ese sentido, la Platja de Palma. La entrevista tiene lugar pocos días después de que Cort y el Consell se hayan incorporado al Mallorca Convention Bureau, y justo antes de que el Tribunal Supremo haya avalado la prohibición del alquiler turístico en Palma, aprobada por el consistorio palmesano en 2018.
¿Cree que Palma ha llegado a su máximo potencial como destino turístico?
Bueno, yo creo que Palma ha alcanzado ya un lugar de conocimiento muy elevado y además la marca Palma está muy bien situada turísticamente, está muy reconocida. Esto ha sido fruto del trabajo realizado a lo largo del tiempo por parte del sector público y del sector privado, que van juntos de la mano a través de la Fundación Turismo Palma 365.
¿Y a partir de ahí?
Ahora se trata de mantenerse en esa buena valoración de la marca y en ese grado de conocimiento, porque si llegar es difícil, mantenerse aún lo es más. Ello implica seguir trabajando, porque no sólo deben conocerte los visitantes de hoy, sino también los de las próximas generaciones. Por tanto, hay que seguir insistiendo en nuestro actual posicionamiento y buscando nuevos nichos de mercado, nuevos países.
¿Por ejemplo?
Ahora Estados Unidos es uno que está creciendo mucho. Además, es el tipo de turista que nos interesa. En definitiva, se trata también de abrir nuevos mercados para continuar en la posición de privilegio que tenemos ahora.
¿Cómo "vendería" Palma a quien aún no la conozca?
Yo le diría que Palma es una ciudad líder en el Mediterráneo, cosmopolita y diversa, que yo creo que eso es también un atractivo. Además, le diría que Palma es una ciudad que tiene una amplia oferta para todos los gustos. Así, tiene una oferta patrimonial espectacular, por lo que a quien le guste la historia la va a encontrar en nuestra ciudad. Asimismo, tiene una oferta cultural, comercial y gastronómica muy potente. Y por supuesto tiene también el mar.
¿Destacaría algo más?
Destacaría que Palma tiene igualmente algo que la complementa mucho, que es el resto de la isla, donde uno puede encontrar muchas cosas que complementarán lo que encontrará en la ciudad. Luego tenemos también un muy buen clima, que es algo que gusta mucho, y asimismo tenemos una oferta alojativa muy profesional y de mucha calidad. La verdad es que los hoteles de Palma son espectaculares y que los hoteles boutique son todos maravillosos.
"El turista busca hoy sobre todo vivir como si fuera un vecino más de la ciudad que visita"
¿Las Festes de Sant Sebastià podrían ser un atractivo más para el visitante?
Sí, así es. Pienso que el turista busca hoy sobre todo vivir como si fuera un vecino más de la ciudad que visita, por ejemplo disfrutando de sus fiestas patronales. Busca esa experiencia, no hacer lo típico. Yo creo que a muchos turistas eso les gusta. Le contaré una anécdota. Hace unos días —el 17 de enero—, cuando salía del Ayuntamiento, me topé en el hall de Cort con dos turistas norteamericanas que habían venido desde su país expresamente a las Festes de Sant Sebastià. Y estaban encantadas.
Qué curioso...
Yo creo que Sant Sebastià ya es conocido por una parte de los turistas que vienen, pero aún se puede potenciar más. Tiene el hándicap de que es en enero, que es un mes complicado, porque dentro de la temporada es el mes más bajo, pero aun así Sant Sebastià ya atrae a turistas y todavía puede atraer más.
¿Qué es lo que más valoran de Ciutat los intermediarios turísticos?
Los intermediarios turísticos valoran mucho la mejora de los servicios y de las infraestructuras. Precisamente, en la pasada edición de Fitur uno de los temas que llevamos nosotros fue el de la mejora de las infraestructuras de la ciudad, como por ejemplo la reforma del Paseo Marítimo o el futuro tranvía. Otro tema que los intermediarios turísticos valoran también mucho es la sostenibilidad. Siempre te preguntan qué pasos estamos dando para avanzar en la sostenibilidad. Y ahí les explicamos toda nuestra apuesta por el transporte público y la movilidad sostenible, que es algo que les encanta.
¿Por qué les encanta?
Porque en nuestros países emisores, esas actuaciones ya hace tiempo que se hicieron. De hecho, al turista que viene aquí le gusta ver que también en Palma, como en su ciudad natal, hay una apuesta decidida por el transporte público y la sostenibilidad. Ese turista valora y aprecia esto. Además, muchas veces esa circunstancia hace que dicho turista decida ir a un sitio y no a otro. Y luego está también nuestra apuesta por ser una ciudad más verde, por potenciar las energías renovables o por cuidar la Bahía de Palma, por ejemplo con todas las infraestructuras hídricas que estamos haciendo para mejorar la calidad del agua y tener una bahía en mejores condiciones.
Ah, de acuerdo...
A los profesionales del turismo de los países emisores todo esto les interesa mucho. Y también les interesa a los medios de comunicación especializados de esos países. Lo digo por experiencia, porque cada vez que voy a una feria turística, las preguntas que me hacen son sobre todos estos temas.
¿Cuáles son las perspectivas para este 2023?
Las perspectivas son buenas. Además, a nivel de empleo me gustaría destacar un hecho sin precedentes que se produjo el pasado mes de diciembre, que fue que hubo menos personas en paro que en julio y agosto, entre otras razones porque había muchos hoteles abiertos.
"Una de las posibles soluciones para que no falten taxis en verano sería que hubiera licencias estacionales"
¿Por qué faltaron taxis el pasado verano en Palma?
Para contextualizar, quizás convenga recordar que vivimos la situación contraria durante toda la pandemia, donde los taxistas lo pasaron bastante mal como sector, porque no tenían clientes. Y luego es verdad que la recuperación fue tan rápida, que incluso fue sorpresiva, de rápida que fue. Fue tal el éxito turístico, recién salidos de la pandemia, que hubo sectores que se vieron sorprendidos, y el sector del taxi se vio sorprendido por el alud de clientes.
¿No se esperaban entonces tal afluencia turística?
Yo creo que todos esperábamos que el pasado verano fuese bien, pero no que fuese tan bien como ha ido. Yo esto lo vi, además, en muchas otras ciudades turísticas, del resto de España y de fuera de España. Le podría hablar, por ejemplo, sobre lo que me costó encontrar un taxi en Nueva York o no encontrarlo directamente —sonríe—. La verdad es que no había manera, era imposible encontrar un taxi en Nueva York, iban todos ocupados.
¿Qué se puede hacer para que haya más taxis en temporada alta?
Yo creo que hay que negociar las soluciones con el propio sector del taxi, porque es un sector privado de servicio público y los taxistas tienen que estar de acuerdo. Una de las posibles soluciones pasa por abrir licencias sólo para el verano —licencias estacionales—, porque es verdad que no necesitamos más taxis durante todo el año, sino sólo en los meses de temporada turística media y alta. Los taxis de temporada son una solución que se ha puesto en marcha en otros lugares y que funciona muy bien.
¿Algún posible cambio más?
Luego estarían también las mejoras tecnológicas, por ejemplo con una app común para pedir un taxi, que es algo que puede ayudar mucho y que se está trabajando ya con el Govern. Otra medida que se podría aplicar en momentos puntuales podría ser que un taxista de otro municipio que lleva a un cliente al aeropuerto y se va de vacío, se pudiera llevar a turistas de allí, si durante un tiempo tenemos problemas en el aeropuerto. Todas estas medidas se tienen que negociar con el sector, pero pienso que son medidas que nos van a ayudar a mejorar la situación.
¿Todas estas medidas se podrán aplicar ya en 2023?
La medida de los taxis estacionales sería ya para 2024, porque ahora nos va a venir muy justo, pues es algo que no se ha hecho nunca en Palma y supone cambiar muchas cosas, entre ellas el reglamento. Además, habría que negociarla y pactarla antes con el sector. En cuanto a las otras medidas, las podríamos aplicar ya este próximo verano. Además, hemos hecho también más exámenes —tres en total— para que haya más conductores.
"La conclusión de la mayoría de extranjeros que vienen aquí es que Palma es una ciudad limpia"
¿Los turistas perciben Palma como una ciudad limpia o sucia?
La conclusión de la mayoría de extranjeros que vienen aquí es que Palma es una ciudad limpia. El que viene de fuera, unánimemente, te dice que Palma es una ciudad muy limpia. Recientemente, publicamos los resultados de una encuesta que ha hecho Emaya a nivel turístico, que señala que más del 90 por cien de los turistas consideran satisfactoria la limpieza en el centro, la Platja de Palma y Cala Major.
¿Diría entonces que en general tienen una buena imagen de la capital isleña?
La imagen de las personas que vienen de fuera cuando se van de Palma es que nuestra ciudad les encanta. Palma gusta muchísimo. Y además muchos turistas vienen a vivir aquí después. Somos los de aquí los que a veces tenemos otra imagen, por ejemplo en el tema de la limpieza. Es cierto que hay una evidente diferencia de visión en este asunto.
Es así, sí...
Muchos residentes me lo han dicho, aunque también es verdad que va un poco por épocas. Ahora me lo dicen menos.
¿Qué puede hacer Palma contra el alquiler turístico ilegal?
Como sabe, ahora es el Consell el responsable de las inspecciones. Los expedientes sancionadores son competencia de la institución insular. Lo que nosotros hacemos, si nos llega alguna denuncia, es transmitirla al Consell, que es el organismo que luego la tramita. Asimismo, también animamos a los vecinos que detecten que puede haber un alquiler vacacional ilegal a que lo pongan directamente en conocimiento del Consell o que nos lo digan a nosotros, que se lo comunicaremos a la institución insular. Nosotros no tenemos ninguna competencia ahí. No podemos sancionar a nadie.
¿Cuál es hoy la situación en la Platja de Palma?
Bueno, la pasada legislatura tomamos una decisión estratégica, que fue que no queremos turismo de borrachera. Se habló entonces con el sector privado, que estuvo de acuerdo con ese objetivo y a partir de ahí hicimos toda una serie de actuaciones. Desde entonces, se han puesto en marcha diversos mecanismos para acabar con ese turismo de borrachera y sustituirlo por otro tipo de turismo. Queremos un turismo familiar y respetuoso con el destino.
"La pasada legislatura tomamos una decisión estratégica, que fue que no queremos turismo de borrachera en la Platja de Palma"
¿Cuál ha sido el propósito esencial de esas actuaciones?
Han sido acciones dirigidas a reposicionar el destino. Ello ha supuesto verbalizar el mensaje en las ferias turísticas, buscar nuevos segmentos de mercado y posicionar en ellos a la Platja de Palma. A ello hay que añadir que el sector privado ha hecho una inversión muy importante para subir los hoteles de categoría y ofrecer una mejor experiencia a los turistas.
¿Reseñaría algo más en relación a este punto?
Además, el Ayuntamiento de Palma está invirtiendo en el espacio público para mejorarlo. Paralelamente, los servicios de policía y de limpieza se han reforzado en verano en esta zona y, como le acabo de comentar, se han hecho cambios en la normativa para ir arrinconando a los turistas incívicos.
¿Cuáles han sido esos cambios normativos?
Ya en la pasada legislatura se hizo un cambio en la normativa municipal, para que se pudieran declarar las Zonas de Especial Intervención, siendo una de ellas la Platja de Palma. Ello nos permitió después dotar de más policías a dichas zonas y tener una normativa sancionadora más dura. Asimismo, hubo cambios en los horarios de los locales, para que no estuvieran abiertos hasta ciertas horas, y se reguló la venta de alcohol.
¿Y luego vino el decreto del Govern?
Efectivamente. Aquellas medidas se han completado en esta legislatura con el decreto ley del Govern contra el turismo de excesos. Con ello tenemos hoy unas normas bastante duras para perseguir el turismo de borrachera. Es cierto que no se puede acabar con el turismo de excesos en un día, pero hay una dinámica que ya está en marcha y que creo que es imparable.
¿En qué sentido?
En el sentido de que muchos sectores profesionales de la Platja de Palma han hecho también la misma apuesta, que ya es unánime, y se han ido reconvirtiendo. En el sector de la restauración, por ejemplo, la oferta es cada vez de más calidad. De hecho, dicho sector ya busca otro tipo de turismo, que es algo que nos ayuda. Los hoteles ya hicieron ese cambio, la restauración está en ello y hay que seguir empujando, para que el sector del comercio y otros sectores también hagan esa apuesta.
"Todos estamos trabajando para que el turismo de excesos cada vez vaya a menos y se pueda sustituir por otro turismo"
¿Cuáles están siendo los resultados hasta ahora?
Yo creo que hay indicadores positivos. Como usted sabe, todos los veranos la Platja de Palma era noticia en los medios nacionales e internacionales por excesos. Sin embargo, si usted se fija, este pasado verano no ha sido así. ¿Casualidad? No. Esa mejora ha sido consecuencia de todo un trabajo que se ha hecho durante estos años y que cada temporada va a más para mejorar el destino y para que deje de ser una noticia permanentemente negativa.
¿A qué atribuye el cambio ocurrido el pasado verano?
El pasado verano se hizo un trabajo muy bueno de comunicación entre el sector hotelero y la policía, para que se pudieran tomar medidas contra todos aquellos turistas que cometían alguna infracción o que tenían un mal comportamiento. Y eso ayudó mucho.
¿Es optimista entonces?
Sí, soy optimista, porque creo que a futuro la Platja de Palma se conseguirá reposicionar. En ese contexto, hemos de recordar que esta zona tiene en torno a unas 50.000 plazas hoteleras, por lo que es el destino turístico más importante del Mediterráneo. Tiene tantas plazas hoteleras como algunos países enteros. Es un destino muy potente. Por otra parte, el turismo de excesos no se produce en toda la Platja de Palma, sino en una parte. En definitiva, todos estamos trabajando para que el turismo de excesos cada vez vaya a menos y se pueda sustituir por otro turismo.
¿Podría poner algún ejemplo concreto?
Sí, por supuesto. Según confirmó recientemente el presidente del Mallorca Convention Bureau, Ramón Vidal, y según señalan los últimos informes de las asociaciones hoteleras, la Platja de Palma se está reposicionando en el turismo de congresos y se está haciendo un sitio en ese ámbito. Ese turismo sí lo queremos, lo buscamos y en la Platja de Palma se está haciendo realidad. Hay hoteles que ya participan de esta organización de congresos.
¿Cuál sería su conclusión?
Mi conclusión sería que la Platja de Palma está entrando en una buena dinámica, que cada año va a más. Todo ello nos tiene que hacer ser optimistas, pero siendo conscientes de que no hay milagros, de que esto no es un proceso de un día, sino una rueda que hemos puesto en marcha, para que algún día podamos ver la culminación del proceso, pero es algo que llevará años.
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