El incremento de agresiones a los conductores del transporte público en Mallorca, tanto urbano como interurbano, es motivo de preocupación tanto por parte de los trabajadores y sus representantes sindicales, como por las instituciones públicas responsables de gestionar este servicio esencial.
El sindicato SATI ha propuesto soluciones clave para mejorar la seguridad en los autobuses de la red TIB, solicitando que se dicten órdenes de alejamiento y la retirada de la tarjeta TIB a los usuarios que cometan una agresión. Estas medidas disuadirían a potenciales infractores y ampararían, aunque sea parcialmente, a los conductores, cuya seguridad y tranquilidad es esencial para mantener un servicio público de calidad.
Es fundamental que las autoridades adopten medidas para hacer frente a esta problemática, de forma que el personal del TIB no se sienta desamparado. Eso incluye una revisión de la normativa y asegurarse que los pasajeros la conozcan y la tengan a su alcance fácilmente.
La retirada de la tarjeta TIB sería un castigo proporcional para aquellos que transgreden las reglas de convivencia
La retirada de la tarjeta TIB sería un castigo proporcional para aquellos que transgreden las reglas de convivencia. La seguridad en el transporte público debe ser una prioridad, y sanciones como las propuestas son coherentes y proporcionarían un entorno más seguro para trabajadores y pasajeros. Además, el diálogo entre el Govern y los sindicatos ha de permitir seguir avanzando en la mejora de las condiciones laborales y la seguridad de los conductores.
Las agresiones o actos violentos no pueden quedar impunes y sus responsables deben cargar con las consecuencias de sus actos.
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