La Justicia investiga las causas y las posibles responsabilidades del atropello en el Paseo Sagrera que, el jueves pasado, costó la vida a un ciudadano italiano tras ser arrollado por un vehículo de la Policía Local de Palma. La propia Policía Local ha remitido a la Fiscalía un primer informe que recoge los datos de la investigación, que incluye tanto el contenido de la caja negra del vehículo policial, la visualización de las cámaras, la inspección ocular tanto de la vía como del vehículo y las declaraciones de los testigos.
A los datos aportados por la Policía Local se ha sumado la investigación iniciada por la Guardia Civil, una circunstancia que ha provocado cierta polémica y malestar, pero que resulta del todo imprescindible si lo que se quiere es determinar de forma precisa las causas del accidente y llegar conocer todos los detalles del suceso. De esta forma se evita toda sospecha acerca de que el mismo cuerpo policial que protagonizó el incidente es quien lleve el peso de la investigación.
Porque el caso no ha estado exento de polémica -y, posiblemente, también de bulos- desde el inicio. Las propias versiones oficiales no fueron claras desde un principio, por ejemplo, al señalar la procedencia del vehículo policial, ya que primero se dijo que procedía de Plaça Drassanes y al día siguiente que lo hacía desde Antoni Maura. También se llegó a especular con que conducía una agente en prácticas, que el coche no llevaba las luces de emergencia o que había una botella de alcohol en el interior del vehículo.
De momento, los datos acreditados por los informes policiales es que sí llevaba las señales luminosas, que el vehículo estaba en correctas condiciones técnicas, que el conductor es un policía experimentado y que dio 0,0 en la prueba de alcohol. No se ha acreditado que hubiera ninguna botella de alcohol, ni que se restableciera el escenario original del accidente hasta que no concluyó el reportaje fotográfico pericial. Un dato aún por confirmar es si el coche se dirigía a cubrir una urgencia, ya que no parece existir llamada de emergencias en tal sentido.
La Guardia Civil, por su parte, recoge sus propias pruebas con el mismo objetivo de esclarecer el suceso. El juez ha pedido al instituto armado una colaboración que será clave en la investigación. No debe ofender a nadie que la Guardia Civil intervenga; al contrario, es muy acertado que un cuerpo con medios y experiencia sobrada en accidentes de tráfico sea quién investigue el suceso, independientemente de que la Policía Local aporte sus informes. Lo que no tendría sentido -y así parece entenderlo el juez- es que toda la investigación recayera sobre la Policía Local.
Es necesario despejar todas las dudas y aclarar las diferentes versiones de lo ocurrido; aunque sólo sea por respeto a la víctima mortal y a los otros dos jóvenes que resultaron heridos en la tragedia en la madrugada del pasado jueves.
Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en Twitter y Facebook. Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.