GEMA MUÑOZ. Que la moda está de moda, no es ninguna novedad más bien una obviedad, cada día millones de jóvenes desean convertirse en diseñadores, fotógrafos o editores de revistas; algunos simplemente eligen este modus vivendi porque creen que es suficiente con que te guste ir de compras, ver las revistas de moda, asistir a fiestas, lucir el último accesorio It, criticar por criticar la apariencia de los demás o lo que es peor por la vanidad y egocentrismo de lucirse en un blog.
Si lo analizo fríamente no puedo culparles, lo efímero del mundo de la moda genera una ilusión irresistible, el glamour que rodea a este exquisito universo es pegadizo, contagioso como un virus, pero a tales circunstancias hay que añadirle la gran cantidad de escuelas, algunas incluso asociadas a universidades de prestigio que ofrecen carreras técnicas o cursos “express” pero que en conclusión no les preparan para la realidad laboral, que por cierto, no es abundante en este “mundillo” y cuando se convierten en candidatos a un puesto de trabajo, no son más que personajes seudo fashion poco preparados.
Para ser diseñador y trabajar en moda hay que cuestionarse todo, preguntarse si nos seduce aprender sobre historia del arte para potenciar la fantasía creativa, si nos atrae la arquitectura y la ingeniería para concebir y crear volúmenes, pliegues, hay que tener curiosidad por todo; la gramática y la lectura deberán ser compañeros inseparables en tu vida, deberán gustarte los números, los presupuestos y tener habilidades de negociación; será necesario saber de antropología y sociología para entender de donde viene el ser humano y a donde va, lo que te llevará a comprenderlo como consumidor, y sobre todo no olvidar que la fama como la moda es efímera y hoy estas en la cresta de la ola y mañana puedes terminar en el inframundo de los olvidados.
Esta reflexión sobre la industria del vestir, algo tan común a todo ser humano, debe llevarnos a reflexionar sobre cómo se eligen los estudios, hay algunas carreras, sobre todo las que son “tendencia o novedad” en las que habría que replantearse el plan de estudios, pues no sé si realmente proporcionan una salida laboral real, dícese por ejemplo los cursos de personal shopper o de community manager que necesitarían de un análisis exhaustivo, pues ¿realmente un curso de 3 meses capacita para la ejercer la profesión? . En el caso de la de community manager, es una carrera compleja dado que las redes sociales cambian cada día y se incorporan nuevas y hay que tener nociones más que sólidas sobre ciencias de la comunicación, marketing y otras materias de calado.
Por supuesto hay universidades y escuelas que proporcionan magníficos estudios, con preparación esmerada y un buen plantel de profesores; cuando alguien se plantea unos estudios o reconducir su carrera profesional debe sopesar la formación que le ofertan, informarse sobre la universidad o escuela, examinar el plan de estudios en profundidad, investigar sobre quiénes son los profesores y considerar si el precio es adecuado a lo que se les ofrece.
Para afrontar el panorama laboral actual, hay que estar preparado pero de manera excelente y eficaz, es necesario una reflexión profunda sobre lo que queremos hacer y sobre lo que demanda el mercado laboral, es imprescindible investigar a conciencia y no dejarnos llevar por “efímeras corrientes” antes de realizar una inversión en tiempo y dinero que puede convertirse en el mayor fracaso de nuestra carrera profesional.