Debido a la convocatoria de elecciones generales, no está trascendiendo gran cosa de las conversaciones que puedan estar sucediéndose entre el Partido Popular y Vox, con el fin de formar un gobierno de coalición o llegar a un acuerdo de soporte parlamentario por parte del partido de extrema derecha que garantice la estabilidad de un gobierno monocolor de los populares.
Entre lo poco que se viene conociendo, ha surgido el rumor, no hay nada confirmado, de que Vox exigiría la derogación de la Ley de Normalización Lingüística. También sabemos, porque así lo ha declarado hasta la saciedad Jorge Campos, que pretenden el cierre de IB3, añadiendo, supongo que en un arranque de humor negro, que sería por el bien de los propios trabajadores del Ens Públic de Radiotelevisió de les Illes Balears.
Sea como sea, no es ninguna sorpresa que las primeras exigencias de Vox supongan un ataque en toda regla a la lengua y a la cultura de las islas. Su obsesión españolizante pancastellana es una de sus señas de identidad, y es perfectamente coherente que sus primeras exigencias vayan en ese sentido.
Veremos cuál será la respuesta del PP al respecto. De momento, hasta después de las generales del 23 de julio, no es probable que se sepa nada concreto, pero, después, la señora Prohens tendrá que tomar decisiones. No hay duda de que existe una parte del Partido Popular y de quienes le apoyan que, con toda probabilidad, tomarían mañana mismo la misma decisión que Vox, pero tampoco pueden ignorar que unas medidas tan drásticas contra nuestra lengua y nuestra identidad podrían generar una contestación ciudadana de alta intensidad y sostenida en el tiempo, provocando una indeseada inestabilidad social.
Los dirigentes populares seguro que tienen muy presentes las consecuencias de los años de gobierno de José Ramón Bauzà.
Lo más probable es que el ataque a la lengua catalana, propia de las Islas Baleares, como dice el Estatuto de autonomía, sea lento e insidioso. No se derogará la Ley de normalización, pero sí determinados aspectos, y se dificultará su cumplimiento. Tampoco es que se esté cumpliendo en la actualidad, después de ocho años de 'governs' socialistas-econacionalistas-podemitas. En educación, hay muchas más clases en castellano que en catalán, e incluso en algunos institutos y escuelas de determinadas zonas la lengua catalana brilla por su ausencia.
Seguramente se eliminará la obligación del conocimiento del catalán en la función pública, en particular en el sistema sanitario, lo que supondrá un nuevo atentado a los derechos de los ciudadanos baleares catalanoparlantes, que ya lo tienen difícil ahora mismo.
En IB3 se aumentará el tiempo de contenidos en castellano, en forma de concursos insulsos, películas y series dobladas solo al castellano, pero es improbable que se cierre; sería una medida demasiado impopular para los populares.
Así que lo previsible es que en los próximos años prosiga, acelerándose, el lento declive de la lengua catalana en las islas, con el objetivo de conseguir la castellanización definitiva. En unos pocos años, podemos tener una situación similar a la de Irlanda, país en el que el inglés es omnipresente y el gaélico irlandés, a pesar de ser lengua oficial y ser la lengua nacional del pueblo irlandés, es absolutamente residual, hasta el punto de que el propio gobierno de Dublín ha declarado una serie de 'islas lingüísticas', muchas de ellas son también islas geográficas, las denominadas 'Gaeltachtai', donde la población aun habla mayoritariamente gaélico y están dotadas de un estatuto jurídico especial, como una especie de reservas indígenas.
Desde la independencia de Irlanda no han cambiado, y el gaélico no ha ganado ni un centímetro de territorio. El único aspecto positivo es que es lengua oficial de la Unión Europea: ventajas de tener un estado propio.
Aquí, dentro de unos años, no muchos, si no reaccionamos, quizás tendremos el 'gaeltacht' de Petra/Ariany, el de Costitx, el de Biniali, el de Estellencs/Banyalbufar, el de Santa Agnès de Corona y el de Ferreries. Tendremos que buscar una palabra catalana para definirlos.