Situado a tres kilómetros del núcleo de Santanyí, Can Jordi, es uno de los poblados talayóticos mayores de la isla de Mallorca; se calcula que podría haber ocupado una superficie de 12.000 metros cuadrados. La Asociación Cultural Lausa, desde hace años, lidera las excavaciones con el apoyo de la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Santanyí. Para las labores de este año, el consistorio santanyiner, ha subvencionado con 42.000 euros el proyecto de recuperación de este tesoro patrimonial que existe en el término.
Durante los meses de agosto y septiembre se han realizado simultáneamente dos campañas arqueológicas en el poblado de las atalayas de Can Jordi, dirigidas por el equipo técnico formado por los arqueólogos Nicolau Escanilla y Damià Ramis y por la restauradora Magdalena Escalas. Así, una de las intervenciones ha consistido en trabajos restauración y adecuación de distintas partes del yacimiento. La principal de ellas se ha centrado en la reposición de un fragmento de muro de grandes losas que se había derrumbado por la acción de las raíces de los acebuches. También cabe destacar el diseño de los paneles explicativos de el área excavada durante los años anteriores, y que está previsto instalar durante las próximas semanas.
Al mismo tiempo, se ha ejecutado una campaña de excavación en el espacio interior de la muralla del Sector C del poblado, situado en el extremo sur. Esta área está delimitada por un recinto de muros que son constructivamente muy antiguos dentro de la secuencia del poblado. Los resultados han sido inesperados, puesto que la mayor parte del área excavada ha consistido en un gran espacio al aire libre que fue objeto de una intensa reestructuración al final de la vida del poblado. Esto ha provocado que los niveles excavados y los materiales recuperados (con gran cantidad de fragmentos de ánforas y otras cerámicas de importación) correspondan esencialmente al siglo II AC.
La alcaldesa de Santanyí, Maria Pons, y el concejal de Cultura, Mateu Nadal, han visitado en varias ocasiones a los arqueólogos y voluntarios que han trabajado durante las últimas semanas. Tal y como ha dicho Maria Pons, “no nos cansaremos de dar las gracias por el esfuerzo que realizan cada año los miembros de LAUSA, y en especial los voluntarios. Son el alma de éste proyecto que es un tesoro cultural y patrimonial de valor incalculable que el Ayuntamiento de Santanyí, y en especial la concejalía de Cultura, tienen como prioritario para que se conserve, y pueda ser estudiado y visitado en las mejores condiciones posibles”.
Tanto LAUSA como el Ayuntamiento de Santanyí esperan que, una vez instalados los paneles explicativos, todo el mundo que se acerque hasta Can Jordi, encuentre herramientas para entender una mejor el trabajo realizado, y entienda la relevancia de este yacimiento dentro de la cultura talayótica de la isla.