Habemus pacto educativo

Con regocijo debo anunciarles que mañana sábado se producirá, por fin, el acto de recepción y asunción por parte del Govern del documento de Pacto Educativo elaborado a lo largo de los últimos dos años por la Plataforma Illes per un Pacte, que integran decenas de organizaciones de todo el archipiélago, representativas no solo de la escuela pública y la privada concertada, sino también de la sociedad civil, confederaciones empresariales y sindicales, colegios profesionales y entidades del llamado tercer sector, entre otros.

Para quienes, desde el mallorquín Cercle per l’educació –integrado por más de treinta organizaciones-, hemos estado trabajando codo con codo con los compañeros de las restantes plataformas de Menorca y las Pitiusas para consensuar un documento potente y aplicable, que no fuera una mera recopilación de vaguedades y lugares comunes, la efeméride, que tendrá lugar de forma solemne en el Conservatori de Música de les Illes Balears, con la asistencia de la más alta representación institucional del Govern –a mi, me pilla en Madrid por motivos de trabajo-, es una gran victoria de la sociedad civil sobre algunos agoreros que negaban la posibilidad de entendimiento entre representantes de organizaciones tan variopintas y que encarnan muy distintas realidades dentro del mundo educativo. Sin embargo, el diálogo permanente y el esfuerzo mutuo por no prejuzgar al interlocutor y tratar de entender sus posicionamientos, sin necesidad de renunciar a ninguno de los principios fundamentales con los que cada uno defiende legítimamente sus intereses, ha sido la clave del éxito. Eso, y la evidencia de que siempre tendremos muchas más cosas que nos unan, que aquellas otras que nos separen.
Todos cuantos hemos participado, en distinto grado –y aclaro que mi aportación personal ha sido bien modesta-, en las innumerables sesiones de trabajo para llegar a este punto, hemos crecido como personas al tiempo que lo hacía el embrión de acuerdo y se iban sumando a él cada vez más organizaciones de todo el espectro social, profesional y político.

Los partidos que integran el Govern, PSIB y Més, así como el PI, ya manifestaron su adhesión al documento, que siempre fue concebido como un instrumento en constante evolución y abierto a aportaciones y mejoras que, sin duda, otras organizaciones que aún no se han sumado a él podrían aportar si se unen a esta gigantesca iniciativa.

Entre las restantes fuerzas políticas, el Partido Popular y Ciudadanos han manifestado, cuando menos, compartir a priori partes muy sustanciales del pacto, lo que es esperanzador.

En cualquier caso, el acuerdo es siempre fruto del diálogo por lo que, desde mañana, y con el impulso añadido del Govern, el Pacto Educativo para las Illes Balears puede comenzar a fundamentar también un gran acuerdo político.

Nuestros hijos, a buen seguro, nos lo agradecerán.