www.mallorcadiario.com

Guarrillas

Por Francesca Jaume
lunes 04 de enero de 2016, 03:00h

Escucha la noticia

Llegado el día en que todos nos declaramos monárquicos, algunos con más suerte que otros, manifestaré públicamente mi petición a los Reyes Magos: quiero una placa de policía, aunque sea más falsa que un duro sevillano.

¿Para qué quiero yo una placa de Policía? Pues seguro que más de uno me copiaría la idea. La quiero para enseñar a los gorrillas que se acercan a mi cuando felizmente he conseguido encontrar un sitio para aparcar. Si al menos me aportaran algo… Pero rara vez es el caso. Nunca me han proporcionado un aparcamiento que no hubiera podido conseguir por mi misma. Incluso me encontrado con alguno que me ha pedido que no aparcara en un sitio vacío ¡porque estaba guardando la plaza para otro conductor que había caído en sus fauces!

No soy persona dada al odio, pero tengo que confesar que me encantaría, cada vez que los veo acechar cerca de mi coche, enseñarles la placa para que alejaran de mí su faz extorsionadora. No sé si serviría de mucho, de hecho, pudiera ser que para los Reyes Magos de 2017 tuviera que pedir una pistola -también de mentira- porque tengo la sensación que estas bandas, llamémosle por su nombre, no se amedrentan ante un policía.

Viven en la impunidad. Los intentos por parte de la Policía, que los ha habido, de llevar estos grupos organizados ante el Juez han sido infructuosos. Sin domicilio, sin documentación y sin solvencia demostrable, poco se puede hacer contra ellos.

Y mientrastanto, el ciudadano tiene que abonar cada vez el euro de rigor ante el temor de encontrarse con una abolladura en el coche. Toda una pernada que no hay mecanismos para erradicar.

Se les llama gorrillas, pero me dan tanto asco -por su actitud perturbadora, no por su aspecto- que por mi deberían de llamarse guarrillas.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
2 comentarios