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Grietas en el pacto que sostiene al Govern

sábado 16 de diciembre de 2017, 22:00h

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Las divergencias entre los partidos que suscribieron los ‘Acords pel Canvi’ al comienzo de la legislatura, PSIB, Més y Podem, son ya muy acusadas y parece que pueden ir a más, aunque lo más difícil que había que hacer, ya está hecho. Tras la dimisión de Biel Barceló como vicepresidente del Govern y conseller de Innovación, Investigación y Turismo, por la polémica de su viaje a Punta Cana invitado por Canal 4 TV y que fue sufragado por la empresa Globalia, patrocinadora del programa deportivo ‘Fora de Joc’, Més ha designado a su secretaria general, Bel Busquets, para sustituir a Barceló.

El rechazo inicial del PSIB a que Busquets, una política sin la menor experiencia en el ámbito turístico y más próxima a tesis ecologistas como las que defiende el GOB o Terraferida, logró tensionar la relación con sus socios econacionalistas. Pero tal y como sucedió con el nombramiento de Baltasar Picornell como presidente del Parlament, las reticencias solo han servido para generar malestar, pues respetar el pacto de gobernabilidad exige que sea Més quien decida el nombre del nuevo vicepresidente y conseller de turismo. Impedirlo sería romper el pacto, cosa que el PSIB no está en condiciones de hacer. Por ello, resulta bastante frívolo amagar con impedir el nombramiento de Busquets, para finalmente agachar la cabeza y ceder. Si lo hicieron por aquello de “a ver si cuela”, les ha salido el tiro por la culata, lo mismo que sucedió cuando pretendieron que el presidente del Parlament fuera el socialista Vicenç Thomàs en lugar de Picornell.

Pese a que Bel Busquets no es la persona idónea para ocupar el cargo, algo que salta a la vista, no es menos cierto que las medidas de mayor calado en materia turística ya están adoptadas. El impuesto turístico y la regulación del alquiler vacacional ya han sido aprobados y Busquets solo deberá gestionar el día a día.

Pero el malestar entre los dirigentes de PSIB, Més y Podem es más que evidente y las fisuras entre ellos son innegables. Así, el final de la legislatura se les hará largo.