Grande-Marlaska miente a sabiendas

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha soliviantado a policías y guardias civiles al afirmar que las Islas Baleares cuentan con las “infraestructuras precisas y necesarias” para dar respuesta ante la llegada de pateras con inmigrantes. Miente con todo descaro pero eso ya no es nada nuevo, porque es lo que acostumbra a hacer este juez metido a político que se reboza permanentemente en la falsedad, pero que ya no engaña a nadie.

Balears no cuenta con infraestructuras adecuada para recibir a los inmigrantes irregulares. De ahí que se les lleve a calabozos policiales, pese a que no han cometido ningún delito. Se les trata como a delincuentes sin serlo. Y todos sabemos, también los socialistas de Balears —y también la delegada del Gobierno, Aina Calvo—, que no han abierto la boca para hacérselo saber al ministro, que la rampa del garaje de la Jefatura Superior de Policía no es una infraestructura “precisa y necesaria”. De ahí que se estudie acondicionar un solar propiedad del Ajuntament de Palma en Es Pil·larí con barracones modulares, para llevar a los inmigrantes que arriben a nuestras costas a un lugar digno y decente en el que permanecer mientras se llevan a cabo los trámites legales oportunos.

La mentira de Grande-Marlaska coincide en el tiempo con las devoluciones presuntamente ilegales de menores no acompañados desde Ceuta a Marruecos, algo que investiga la Audiencia Nacional. Tampoco sobre esto se ha manifestado ningún socialista balear, por más que a muchos les ha faltado tiempo para pedirle al PP explicaciones sobre un tuit —ciertamente desafortunado— sobre inmigración de sus socios de ASI en el Ajuntament de Llucmajor.

Y es que la izquierda balear demuestra una notable hipocresía en materia de inmigración, porque a la vez que se ofrece a acoger refugiadas afganas, no reclama al Gobierno de España que dote a las islas de instalaciones adecuadas para atender a los inmigrantes irregulares que llegan a nuestras aguas provenientes de Argelia y de las que no se dispone, diga lo que diga el embustero del Ministro.

Después de lo del coronel Pérez de los Cobos y del esperpéntico episodio de las balas enviadas por correo en vísperas de las elecciones a la Comunidad de Madrid, lo lógico era que Grande-Marlaska hubiese sido sustituido en la crisis de Gobierno de julio pasado. Sin embargo, el presidente Pedro Sánchez lo mantuvo en el cargo gracias a lo cual ahora tiene al Defensor del Pueblo acusando al ministerio del Interior de devolver a menores no acompañados sin ajustarse a los trámites que la Ley exige. Y a la Justicia investigándolo.

Estamos ante un ministro incompetente, agotado y sin la menor credibilidad. Y que miente sin rubor porque afirmar que en Balears hay instalaciones precisas y necesarias para atender a casi 200 inmigrantes es faltar a la verdad con toda desvergüenza.