El grupo ecologista GOB ha reclamado este martes al Govern un plan de choque frente a la emergencia climática, dotado presupuestariamente y con medidas y acuerdos concretos, y no quedarse en "una declaración institucional que no vaya más allá de decir que aplicarán y desarrollarán" leyes y proyectos ya previstos.
Así lo ha explicado la portavoz del GOB, Margalida Ramis, en declaraciones de los medios después de que el grupo haya desplegado una pancarta con el mensaje 'Mallorca 2020. Emergencia climática y ambiental. ¡Actuemos ya!', frente a la Catedral de Palma.
Ramis ha señalado que estos días, con motivo de la cumbre mundial por el clima, desde el Govern "ha habido un plan de actuación muy mediático" en relación al "supuesto compromiso" con la lucha contra el cambio climático. Desde el GOB también han resaltado la declaración de emergencia climática por parte del Consell de Govern, reprochándole que simplemente "pone sobre la mesa" leyes que fueron aprobadas en la legislatura pasada, por lo que su despliegue ya es obligatorio.
"Vinieron a decirnos que ejecutarían lo que ya tenían previsto. Por tanto, no hay nada nuevo", ha protestado la portavoz del GOB. En esta línea, Ramis ha argumentado que "si realmente se asume el concepto de emergencia climática" ello implica a su vez asumir el de "crisis". "Y ante una crisis no puedes continuar con unas previsiones de Govern que sencillamente dan salida a lo que ya estaba previsto hacer, pero lo enmarcan comunicativamente dentro de la COP25, los objetivos 2030 o un compromiso institucional que no tiene un trasfondo real", ha subrayado.
Como ejemplo ilustrativo, Ramis ha mencionado la actuación del Govern tras la crisis de Thomas Cook, recalcando que hubo acuerdo entre las diferentes fuerzas políticas, acuerdos con los sectores económicos, acuerdos con el Estado y "300 millones de euros sobre la mesa, con medidas concretas, en cuestión de tres días". De esta forma, el GOB quiere esta misma "determinación" por parte del Ejecutivo frente al cambio climático.
"INCONGRUENCIAS" RESPECTO AL MODELO
Ramis ha puntualizado que con esto no pretenden "menospreciar" leyes como la de Transición Energética o Residuos, que "son importantes", pero sí ven "muchas otras incongruencias" relacionadas con el modelo, "que no se pone en cuestión".
En este punto, la portavoz del grupo ecologista ha criticado especialmente al Consell de Mallorca por "continuar haciendo carreteras" mientras "declara la emergencia climática", pero también se ha referido a la gestión de puertos y aeropuertos. "Tenemos una economía basada en un transporte barato, y por tanto, muy contaminante", ha incidido Ramis.
Así, el GOB considera necesaria "una acción sin precedentes", con un plan de medidas y acciones enfocadas a mitigar los efectos del cambio climático cuestionando el modelo, por un lado, y por otro, a adaptarse "a lo que vendrá", con "políticas de contención" de la dependencia de la actividad turística, el uso de recursos hídricos y el crecimiento territorial, entre otros ámbitos.
Asimismo, el GOB plantea una tercera rama sobre "resiliencia", enfocada a generar dentro de las Islas los bienes materiales necesarios para su sostenibilidad, y lo vincula a la justicia social "tanto a nivel local como global". Además, el GOB reclama que las actuaciones partan de un diagnóstico "claro" de las "consecuencias negativas económicas, sociales y ecológicas" del modelo de desarrollo desde los últimos 50 o 60 años.
"Pedimos que todas estas cuestiones sean tenidas en cuenta a la hora de llenarse la boca institucionalmente", ha concluido Ramis, que ha lamentado que "lo único que hay es un cambio discursivo para que todo pueda seguir siendo como hasta ahora, sin cambios realmente drásticos".
TERRAFERIDA: "ES TODO UNA ILUSIÓN"
Por su parte, el grupo ecologista Terraferida ha criticadoque "la lucha balear contra el cambio climático es una ilusión", y frente a esto, ha elaborado un documento con diez líneas de actuación centradas en revertir el crecimiento turístico y frenar la urbanización.
Así lo ha expresado el grupo en una nota de prensa en la que insiste en que "intentar corregir el cambio climático sin actuar sobre aquello que lo provoca no tiene sentido".
Terraferida considera que esta crisis tiene su raíz en el actual modelo de producción y consumo, que "lleva a sobrepasar, entre muchos otros límites ecológicos, el de absorción de gases de efecto invernadero por parte del planeta" y "aboca hacia el colapso civilizatorio".
"No se puede declarar la emergencia climática y pretender, al mismo tiempo, seguir actuando con la misma dinámica depredadora de territorio, recursos naturales y vidas humanas", han argumentado desde la entidad ecologista.
En este contexto, Terraferida ha defendido que luchar contra el cambio climático requiere "revertir ya" las agresiones contra el territorio, el suelo, el agua, la vegetación y los ecosistemas locales, como resultado de actividades "cada vez más aceleradas" y prácticas de extracción. Al mismo tiempo, la entidad ha señalado que estas dinámicas se sustentan "sobre la base de la desigualdad social y la vulneración de derechos fundamentales".
En particular, el grupo ecologista mallorquín se ha centrado en el turismo recalcando que "no es una industria sin humos". Terraferida ha resaltado que tiene "una huella de carbono enorme", derivada de emisiones del transporte aéreo y las generadas en el territorio; y "una huella ecológica aún mayor" vinculada "al crecimiento urbanístico desmesurado, al consumo excesivo de territorio y recursos" y la generación de recursos, la destrucción del paisaje y la contaminación del agua y el suelo.
La entidad también ha alertado de los efectos del turismo sobre las desigualdades sociales y la emergencia habitacional, en alusión al alquiler turístico. "Todo ello ha situado Baleares en un escenario de insostenibilidad que no puede perpetuarse en el tiempo ni ecológicamente ni socialmente", ha avisado Terraferida.
En efecto, el crecimiento turístico nos lleva a un futuro con menos recursos, materiales y energía y más tensiones sociales y, por tanto, menos posibilidades de satisfacer las demandas de la industria turística que, se olvida a menudo, ya es muy vulnerable al cambio climático.
Por ello, Terraferida ve "urgente" detener el crecimiento y "planificar y consensuar un modelo socioeconómico que consuma menos recursos, materiales y energía, genere menos residuos y frene las desigualdades sociales".
PROPUESTAS DE TERRAFERIDA
En este contexto, Terraferida plantea como primera medida la reducción del número de visitantes que llegan a las Islas por aire y por mar, y eliminar plazas turísticas legales e ilegales, hoteleras y de alquiler vacacional.
Igualmente, plantean una moratoria de licencias de nueva construcción, tanto en suelo urbano como rústico, para frenar el crecimiento urbanístico, pero, al mismo tiempo, "ni una vivienda vacía más".
También solicitan impedir la construcción de nuevas carreteras y todos los proyectos de ampliación, circunvalaciones y desdoblamientos previstos; evitar la sobreexplotación y contaminación del agua y disminuir la utilización de agua desalada y el vertido de aguas residuales; y disminuir la incineración de residuos, apostando por reducir la generación de los mismos y por la reutilización y el reciclaje.
Otras medidas serían incrementar la superficie, y mejorar la conservación y protección de todos los espacios naturales marinos y terrestres; establecer un modelo energético 100% renovable basado en los principios de soberanía energética, "sin considerar criterios mercantilistas y sólo utilizando suelo degradado y urbanizado existente"; y diseñar una política fiscal "verde y finalista".
Finalmente, Terraferida pide declarar la emergencia ecológica y social "para revertir la situación actual e ir hacia un modelo socioeconómico que consuma menos recursos, materiales y energía, genere menos residuos y frene las desigualdades sociales".