La diputada de Podemos por Ibiza en el Parlament balear y vicepresidenta de la Cámara, Gloria Santiago, denunció haber sido víctima de acoso mientras hacía el Camino de Santiago. Pero no sólo denunció eso, ya de por sí suficientemente grave, sino que además lamentó haber sido maltratada por la trabajadora del 112 que la atendió cuando llamó para pedir auxilio. Vino a decir que la operadora le recriminó que peregrinase sola, poniendo en duda su testimonio o descargando parte de la responsabilidad del episodio de acoso en la denunciante.
Aunque el supuesto autor del acoso no ha sido identificado ni se tienen noticias de otras denuncias, no dudaremos de la denuncia de Santiago porque no existen razones para hacerlo. Pero con respecto al mal trato recibido por parte de la operadora del 112 de Asturias al reprocharle que viajase sola, el Gobierno autonómico, tras incoar expediente a la trabajadora, ha informado que dicho expediente se ha cerrado sin responsabilidad y que las preguntas formuladas por la operadora son protocolarias y completamente procedentes. Descarta así que la atención recibida por la diputada balear haya sido incorrecta.
Llegados a este punto, debemos reclamar a Gloria Santiago que haga uno de sus famosos vídeos de Instagram y pida perdón a la operadora del 112 a la que ella acusó falsamente. Es lo menos que puede hacer después de haberla difamado, faltando a la verdad. Por cosas mucho menos graves nos ha obsequiado con vídeos que se han hecho virales, pues ahora con más motivo.
No lo hará. Esperen sentados. Pero a partir de ahora, cuando Gloria denuncie cualquier cosa, será inevitable que dudemos de su testimonio porque está acreditado que mintió. Seguramente presa de los nervios del episodio de acoso, eso no cabe dudarlo, pero mintió. Así que si no se disculpa públicamente por eso, será difícil que a partir de ahora la creamos en nada.