Gisele Bundchen es la modelo más rica del mundo, según la
revista Forbes, podio del que no se apea desde hace siete años, gana 95.000 dólares al día y su fortuna, que empezó a modelarse en el año 2001, supera los
318 millones de euros, el doble que el futbolista mejor pagado del mundo,
Cristiano Ronaldo.
Solo en 2013 se embolsó 47 millones de dólares gracias a sus contratos de imagen para una decena de campañas, entre ellas H&M, Pucci, Chanel o Balenciaga, y gran parte de esos ingresos los dedicó a montar sus propios negocios, como su línea de lencería y de complementos. Veinte años después de pisar por primera vez una pasarela, la brasileña ha logrado el más difícil todavía, no solo llegar al top del modelaje, sino mantenerse durante tantos años en lo más alto sin que ninguna otra compañera de profesión le haya hecho sombra. Por eso los rumores sobre su retirada en la próxima Semana de la Moda de Sao Paulo, que se celebrará en abril, han sido tomados con cierta cautela.