Esta semana he tenido la fortuna de acudir al Congreso de RRHH de APD en Madrid, un evento donde nos reunimos más de 1300 especialistas de RRHH de todo España.
Allí explicaron las tendencias del mercado en lo relativo a la gestión de los Dptos. De RRHH, los cuales comienzan a denominarse Dpto. De desarrollo de Personas, donde este término humaniza y acorta distancias con el cliente interno, esto es, el trabajador.
Pero lo más significativo del mismo fue la ovación de todos los ponentes ante la necesidad imperiosa que se demanda, de realizar una modificación en cuanto a la educación se refiere y los planes de estudios y la profesionalización.
Vivimos en un país donde, si decides realizar estudios de formación profesional, todavía a día de hoy, pareciera un deshonor y claramente nos encontramos en la situación contraria.
Que las empresas se vuelvan locas para poder incorporar Personal cualificado, en un país con 4 millones de parados, sinceramente, no tiene mucho sentido.
La profesionalización se ha perdido en este país y el alto nivel de personal no cualificado hace que tengamos que ir a otros países en busca de trabajadores que si lo están.
Pero lo curioso es que, por si fuera poco, los buenos profesionales de algunos sectores como en el de la sanidad, se ven obligados a irse a otros países para poder tener unos salarios dignos.
¡Nos enfrentamos al mundo al revés! Los buenos profesionales cualificados de alto nivel se tienen que ir de nuestro país debido a las malas condiciones económicas que se les ofrecen y nosotros acudimos a otros países a por mano de obra profesional cualificada y esos 4 millones de parados dando vueltas por nuestra nación.
Y nuestros políticos luchando por tener el poder en lugar de preocuparse por ofrecer al pueblo lo realmente necesario: una vivienda y un trabajo digno.
Por lo menos, en lo que depende de nosotros mismos, se puede pedir un poco de sentido común a la hora de educar a nuestros hijos y comenzar a mirar más allá de lo que ven nuestros ojos y permitir que se profesionalicen y preparen para lo que nos viene.
Se estima que en 20 años habrán desaparecido casi el 50% de las profesiones tal y como las conocemos y los modelos de contratación habrán cambiado radicalmente.
Tomemos medidas ya en lo relativo a lo que depende de nosotros y comencemos a ver la vida con ojos de ver.