No pienso seguir hablando del penoso viaje a Roma, del que podria escribir un libro y eso que sólo eran seis en la plaza de San Pedro con Molango y Monti, gafas de sol para dirigirse al Papa y no era por deslumbramiento, ya que, de otro lado, el presidente sin cartera anda muy ocupado buscando en su gremio, el hotelero, a algún empresario que patrocine el nombre del estadio de Son Moix ante la inminente renuncia de Iberostar. Dicen que ha recurrido a una sanguijuela del turismo para que intermedie en el asunto. Se supone que a cambio de alguna comisión.
El caso es que el partido de Copa del Rey frente al Reus no despejó ninguna de las dudas que algunos soñaron con despejar después de la visita del Oviedo. Tanta maravilla se diluyó en tres días porque, a fuer de ser sinceros, eliminar al conjunto catalán por la mínima y en la prórroga, no es como para sacar pecho. Si acaso anotar que los suplentes hicieron lo que en el primer choque de la liga, no supieron o pudieron hacer los titulares.
Sin embargo todo se reduce a hablar por hablar y tener entretenida a la parroquia. Sí, hay quien osa adivinar un futuro esperanzador a futbolistas a los que han visto quince minutos. Yo no. El Chori Castro se pasó un año en blanco tras su fichaje por el Mallorca, sin despuntar hasta su segunda temporada. Eso si, el mago Pedro Terrasa le firmó una cláusula de rescisión de mil ochocientos euros en lugar de dieciocho mil, total un cerito de más o de menos. Bueno, a lo que íbamos. Por decepcionante que haya sido el arranque de la campaña, sobre todo al considerar los deseos de Fernando Vázquez de que las cosas salieran de distinta manera, sólo se han disputado cuatro partidos. O sea, dejaremos el bacalao en salazón y ya veremos cómo está hacia finales de octubre. Aunque se admiten apuestas.