El fútbol sala, también denominado fútbol de salón, microfútbol y antigua y popularmente, “futbito”, no es un deporte tan moderno como se cree. De hecho sus orígenes se remontan al año 1930 en Uruguay, contó con su propia federación, la FIFUSA, que tuvo sus delegaciones regionales, pero debido a graves disensiones internas e importantes dificultades económicas, acabó absorbida por la FIFA y, posteriormente sus asociadas en cada país, aunque el camino quedó sembrado de demandas, querellas y en algún momento cohabitaron dos competiciones distintas dependientes de diferentes organismos institucionales.
La unificación, en este caso bajo la tutela de la Federación Española de Fútbol que preside Angel Villar, data de principios de siglo, yo diría que poco después de la fundación en Manacor (1998) del club que ha derivado en el Palma Futsal, nuevo y flamante finalista de la Copa del Rey de la especialidad, máximo hito alcanzado en la breve historia regional de este deporte de selectas minorías.
Miguel Jaume Roig, su presidente, ha llevado a cabo una labor no exenta de dificultades y, sobre todo, insistente. Tuvo que dar el paso firme de bajar el equipo a la capital para lograr una resonancia que en la ciudad de las perlas resultaba inalcanzable. Ante la larga duración de las obras de remodelación del Palau Municipal de Son Moix, experimentó sin demasiado eco en el Palma Arena, pero finalizadas aquellas, firmar un acuerdo con el IME, bajo la presidencia de Fernando Gilet, supuso cruzar la línea de llegada a la meta.
Evitaremos las comparaciones. El éxito del Palma Futsal viene precedido de la apuesta que hace años anticiparon otros, como Pep Buades Costa al frente del Buades Electricista. Siempre hacen falta pioneros. Sin embargo no soslayemos que han sido la perseverancia y paciencia de directivos, jugadores y técnicos del Palma los artífices de la explosión aunque, como suele ocurrir, sean muchos los que se suban al carro de los vencedores. Desaparecerán como ratas a las primeras de cambio en cuanto vengan mal dadas. Así que disfrutemos el momento..