La fuga casi perfecta: volantazos, conducción a ciegas y saltos de muros

Los hechos ocurrieron, según ha informado el cuerpo en un comunicado, alrededor de las 23.45 horas del pasado viernes, cuando miembros del Grupo de Acción Preventiva (GAP) realizaban funciones de vigilancia y control en la Gran Vía Asima y observaron a un turismo que provenía de la calle del Camí dels Reis y que efectuaba un cambio de sentido de manera brusca y repentina, y regresaba a gran velocidad en dirección a la Indioteria.

Ante esta conducta anómala, dos de los agentes del operativo partieron detrás con la intención de detener el vehículo e identificar al conductor que había realizado esa maniobra tan extraña, utilizando las motocicletas oficiales con señales acústicas y luminosas.

Durante el recorrido detrás del turismo, los agentes observaron que el vehículo circulaba a una velocidad tan elevada que no les permitía acercarse y obligaba a otros conductores que circulaban correctamente a efectuar maniobras bruscas para evitar colisionar. Incluso apagó las luces y los agentes solo podían localizarlo en la lejanía cuando activaba el sistema de frenado.

Finalmente, los agentes localizaron el vehículo en una calle secundaria y vieron que los ocupantes salían corriendo. Los policías pudieron identificar por la vestimenta al que iba en el asiento del conductor, y se introducían, saltando la pared, en un solar y desde allí accedieron a otro solar y los perdieron de vista.

Momentos después, unos agentes que circulaban con un vehículo policial camuflado por la zona, localizaron a dos individuos que podían coincidir con la descripción facilitada y los detuvieron.

En vista de que las explicaciones que los individuos facilitaban no eran convincentes, les hicieron un registro superficial y encontraron que uno de ellos, que coincidía con la descripción del que conducía el vehículo, llevaba un juego de llaves de un vehículo de la misma marca. Otro de los agentes se desplazó al lugar donde había quedado el coche y confirmó que la llave era del vehículo.

Al hacer las comprobaciones pertinentes, los agentes supieron que el presunto conductor, rumano de 29 años, no tenía, ni nunca había tenido, permiso de conducir, por lo que fue informado de la condición de investigado por la comisión de dos presuntos delitos contra la seguridad del tráfico y de la obligación de comparecer ante la autoridad judicial cuando fuera requerido.

Además, también fue denunciado administrativamente por no tener seguro obligatorio y no haber pasado la ITV en el plazo correspondiente, y el vehículo fue retirado al depósito municipal.