Una vez más me quedo perpleja viendo cómo la buena voluntad de las personas hace que timadores y personajes mediocres, puedan hacer de las suyas.
Hasta 200 afectados en propiedades fantasmas entre Mallorca y Barcelona, han sido manipulados por vándalos sin ningún tipo de escrúpulos.
Y es que estamos cansados de explicar en los medios que, hay que tener mucho cuidado donde invertimos nuestro dinero y de quien nos fiamos, puesto que, el vil metal, hace que las personas pierdan sus valores y sean capaces de cometer cualquier escabechina, sin ningún tipo de pudor.
El dinero nos puede volver ruines, mediocres y tiranos, cuando carecemos de él y el hambre llama a nuestra puerta, o simplemente la avaricia humana, despierta nuestros instintos más primates.
Es cierto que por sí mismo, no tiene esa capacidad, pero puesto en manos de gente sin escrúpulos puede hacer que incautos se vean afectados por ellos.
No está de más recordar que, cualquier promoción inmobiliaria y venta de inmuebles, tienen que estar avalados por empresas que puedan respaldar su veracidad y que antes de desembolsar una cantidad económica importante, tenemos que asegurarnos a quien lo hacemos.
También es importante saber que “los chollos” no existen y que tenemos que tener cuidado en no caer en “timos de la estampita”, que además de desgraciarnos la vida, pueden acabar de golpe con nuestra inocencia.
Este tipo de cosas han ocurrido toda la vida, la picaresca nacional, siempre ha sido un caballo de batalla para nuestra reputación como país y en los últimos años han proliferado empresas que prometen darnos soluciones rápidas y económicas.
Pues bien, detrás del bueno, bonito y barato, siempre hay un “pero”, que no debemos obviar, recordando que lo barato muchas veces nos saldrá caro.
Mi más sentido pésame a las víctimas de esta escabechina económica y una vez más la advertencia del sentido común para aquellos que tengan que poner en juego sus bienes, la mayor prudencia del mundo en nuestros actos e inversiones.