www.mallorcadiario.com

Franco cuesta una pasta

viernes 16 de abril de 2021, 07:00h

Escucha la noticia

Tras el fiasco precedente, el alcalde de Palma, José Hila, ha decidido solicitar un segundo informe a otros 'expertos' acerca de la mácula franquista que afecta a determinadas calles de Palma.

El primero de los palmesanos ya reconoció públicamente sus carencias formativas cuando afirmó, sin falsos pudores, que no había estudiado 'esa parte de la historia de España', refiriéndose a personajes como los almirantes Churruca, Gravina y Cervera. Todo ello, con ocasión del follón que se montó a cuenta del informe del experto -en filología catalana- a quien se había confiado el dossier sobre el grado de franquismo de ciertas calles de Ciutat, el ínclito Gabriel Bibiloni, profesor universitario que no distingue Lepanto de Trafalgar.

Una de las características más arraigadas en los ignorantes es la de carecer de vergüenza para reconocer su poquedad cultural, como si fuera un asunto menor, que normalmente lo es, al menos para el resto de los semovientes. Pero, en este caso, hablamos del alcalde de la octava capital española por número de habitantes, no del operario que cava una zanja en una obra pública. No sé, a mí me daría un poco de asunto salir a la palestra para proclamar urbi et orbi que soy un cateto. Llámenme coqueto.

Pues bien, tras el estropicio, ridículo intercontinental y la postrer reculada, forzada por las insistentes llamadas de Madrid, Hila ha deducido que el patio está ya tranquilo y que puede seguir haciendo el memo a cuenta del erario. Porque imagino que el segundo informe de los 'expertos' no será gratuito, ni tampoco creo que lo pague el alcalde de su peculio.

Así se entiende, pues, que se encargue un segundo informe para que le expliquen si Gabriel Rabassa era un facha de manual o un valioso emprendedor que amaba su tierra y su cultura, o si Josep de Oleza es el alcalde franquista o el prestigioso arquitecto a quien Bibiloni confundió con el primero y que, por cierto, no tiene calle alguna de Palma, para vergüenza de nuestra ciudad. Será que llamarse igual que un fascista te inhabilita para que te reconozcan los méritos. La de Franciscos Franco que verán truncadas sus aspiraciones...

También supongo que los 'expertos' le imprimirán al alcalde algunos extractos de la Wikipedia para que puede enterarse por fin -con treinta y tantos años de retraso- de quiénes eran Churruca, Gravina y Cervera, aunque temo que el esfuerzo sea bastante inútil, porque primero habría que explicarle la batalla de Trafalgar, la guerra emprendida por los británicos para intentar derrocar a Napoleón y qué diantre pintaba nuestra escuadra -que no es el triángulo de plástico que sirve para dibujar- en todo este cisco. Demasiadas palabras juntas para asimilarlas de golpe. Y qué decir de la Guerra de Cuba, el alcalde igual piensa que intervino Fidel Castro, por lo que el informe de los 'expertos' es esencial para que haya luz en la penumbra de su acervo cultural.

Como algunos de ustedes saben, 'afueraparte' de mi reprimida vocación periodística, me dedico profesionalmente a la abogacía. Y, si en el ejercicio de mi profesión me equivoco, normalmente me cuesta dinero. Al igual que a mí, les pasa a médicos, comerciantes, ingenieros, fontaneros y a cualesquiera mendas dedicados a las más diversas profesiones u oficios. En cambio, si quien la caga es el alcalde de Palma, a quien cuesta dinero la metedura de pata no es a él, sino.... ¿no lo adivinan?, ¡a ustedes! ¿Se dan cuenta? Es cojonudo esto de ser alcalde.

Dos son las moralejas que se derivan de todo este asunto de las calles franquistas -o no-, a saber: Que a la política se ha arrimado lo más indocumentado de la sociedad para hacer exaltación de su analfabetismo funcional; y que, cuarenta y cinco años después, Franco nos sigue costando dinero. Ni en los más lúbricos sueños del dictador podía haberlo imaginado.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
1 comentarios