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Formentera, planes imprescindibles para una escapada perfecta
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Formentera, planes imprescindibles para una escapada perfecta

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Formentera está asociada en nuestra mente a la imagen del verano eterno, ese que se disfruta en chanclas y pareo al borde del mar. Pero esta pequeña isla ofrece mucho más: historia, naturaleza, turismo activo y buena gastronomía. No puede haber mejor destino para una escapada de esas que recarga las pilas para todo el año.

Es nombrar a Formentera y en seguida nos viene a la mente la imagen del verano y del disfrute más hedonista. Te puedes imaginar que el plan de viaje es imbatible: playa, naturaleza, mercadillos, buena gastronomía… en un ambiente relajado y donde todo está cerca. Porque esta isla es la más pequeña de las Baleares (tiene sólo 83 kilómetros cuadrados) pero no le hace falta más espacio. Guarda como los pequeños botes de esencias todos sus estímulos concentrados para disfrutarlos más intensamente.

En este artículo te contamos algunos planes de los que no puedes perderte si decides visitar la isla. Cada uno muestra una de las hermosas caras y facetas que tiene Formentera, así que ve tomando nota y compartiendo estas ideas para tu viaje.


Disfrutar de la playa

Parece obvio, pero es que en Formentera os va a costar salir de la playa. En sus 69 kilómetros de costa hay muchas opciones, y lo mejor es ir moviéndose para conocer varias de ellas. Al norte, Cavall d’en Borras es una de las más salvajes y muy cerca, justo al otro lado de esta estrecha zona de la isla, está la playa de Levant. Son la puerta de entrada a la icónica playa de Ses Illetes, considerada una de las mejores del mundo y objeto de infinidad de fotos en Instagram. Ocupa una estrecha franja de arena llamada la península de Es Trucadors.

En la parte oeste de la isla se encuentra la bonita Cala Saona, en una zona de acantilados bajos. Y al este destacan las playas de Es Pujols, Sa Roqueta y Ses Platgetes, esta última más al sur. También hay coquetas calas como Caló d’es Mort o Es Caló de Sant Agustí. Os van a encantar todas.

Ver amanecer y atardecer

En una isla pequeña y con días interminables los atardeceres anuncian el comienzo de una noche que puede alargarse hasta las primeras luces del alba. Tanto si trasnocháis mucho como si os gusta madrugar, un lugar estupendo para ver amanecer es el faro de la Mola, ubicado sobre unos acantilados en la costa este. Y para las puestas de sol, podéis acudir a otro faro, al de Cap de Barbaria, en el extremo sur de la isla.


Recorrer sus pueblos

Formentera tiene espacio para guardar unos pueblos que conservan la tradición de la isla. Por La Savina vas a pasar sí o sí, ya que es la puerta de entrada a la isla a través de su puerto. Sant Francesc es la capital y guarda un coqueto casco histórico con una curiosa iglesia-fortaleza del siglo XVIII. En Es Pujols encontraréis una amplia oferta de ocio en forma de hoteles, bares y restaurantes y Sant Ferran es uno de los pueblos más bohemios de la isla.

Plaça de la Constitució, pueblo de San Francisco Javier.

Tampoco os podéis perder El Pilar de la Mola, con el mercado de artesanía más famoso de la isla, y Es Caló de Sant Agustí, perfecto para retratar su fotogénico puerto de pescadores.


Visitar el Parque Ses Salines

El Parque Natural de Ses Salines es un lugar muy especial en Formentera y un lugar de visita obligada, Declarado Patrimonio de la Humanidad en 1999, aquí se juntan la naturaleza, la historia y la economía ligada a la sal. Incluye dos lagunas (Estany Pudent y Estany des Peix) y Can Marroig, un centro de interpretación que explica la importancia de la zona. Además, la zona de Sa Pedrera, una antigua cantera, ofrece curiosas formas rocosas que seguro que se llevan alguna fotografía. Un plan perfecto si viajas a Formentera.


Hacer snorkel en su costa

Uno de los grandes planes con en Formentera es disfrutar de su costa y su fondo marino que alberga la valiosa Posidonia oceánica. Esta planta, que crece en fondos arenosos de poca profundidad y que tiene una antigüedad de cien mil años, es una fuente de vida para peces y algas, además de aportar ese típico color azul intenso que rodea la isla gracias a su depuración del agua. Por eso, además de por la buena temperatura de su mar en verano, las costas de Formentera son tan buenas para practicar snorkel y gozar desde muchas de sus playas y calas de una variada vida submarina. Algunos de los lugares en los que adentraros con gafas y tubo son la playa de Es Carnatge, Ses Platgetes (en el pueblo de Es Caló), Caló d’es Mort o Cala en Baster.

Formentera tiene un fondo marino increíble para el snorkel y el buceo.

Turismo activo: senderismo y bicicleta

La naturaleza es protagonista en Formentera, por eso es un lugar ideal para dar largos paseos en familia y amigos por sus más de cien kilómetros de caminos entrelazados o para recorrerlos en bicicleta. No te puedes perder el Camí de Sa Pujada entre Es Caló y El Pilar de la Mola, que incluye un mirador espectacular. Si buscáis una ruta original, una buena opción es la de Es Cap-Torrent de S’Alga, que discurre por lugares menos concurridos y ofrece un paisaje de varaderos y sabinas donde colgar el peix sec tradicional de la isla. Otra buena alternativa es hacer un itinerario para la observación de aves por el Camí des Brolls, desde el que se pueden ver más de doscientas especies de aves acuáticas y migratorias.

Conocer la historia

No hay que caer en el error de pensar que una isla tan volcada al mar y al disfrute no cuenta con un patrimonio histórico y cultural importante. Formentera tiene una historia antigua de la que dan muestra tres sitios arqueológicos de gran importancia: Ca Na Costa, un sepulcro megalítico de la Edad del Bronce ubicado junto al Estany Pudent; Cap de Barbaria I, II y III, unos importantes yacimientos arqueológicos; y Can Blai, los restos de una fortificación romana cerca de Es Caló.

Además, merece la pena destacar sus cinco torres defensivas del siglo XVIII, creadas para vigilar el mar y detectar los ataques piratas. Hay cuatro en la isla (Torre de La Gavina, Torre Des Garroveret en el Cap de Barbaria, Torre des Pi des Català y Torre de Sa Punta Prima) y una en el islote de s’Espalmador. La única que se puede visitar por dentro al haber sido restaurada es la Torre de Pi des Català, ubicada al sur de la isla.

Degustar los sabores de la isla

La oferta gastronómica de Formentera es muy extensa para el pequeño tamaño de la isla. Aquí conviven chiringuitos de moda, restaurantes de cocina local, bares y beach clubs. Aunque algunos restaurantes de moda son bastante exclusivos, es posible encontrar opciones para todos los bolsillos, desde restaurantes que tienen al mando reputados chefs hasta tapas en un chiringuito al borde del mar. No dejéis de buscar en sus cartas los arroces, los mariscos y los pescados (el bullit de peix está delicioso). Algunos de sus platos típicos son la ensalada payesa con peix sec, el sofrit pagès con carne y patatas o los calamares fritos en su tinta. De postre, una Greixonera (pudin de ensaimada) o el Flaó (tarta de queso fresco con hierbabuena) son una apuesta segura.


Y, como recomendación, una excelente forma de disfrutar de una jornada en la playa, sobre todo si se busca una cala tranquila como la preciosa Cala d’es Mort, es preparar un pícnic con embutidos y panes locales. Pasaréis un día inolvidable.

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