El estand de Baleares ha tenido un duro competidor en Fitur, la modesta ciudad de Melilla, de la que es vecina en el pabellón 7.
Cada comunidad intenta atraer visitantes con expositores atractivos, que inciten al visitante a visitarles. Baleares no destaca este año por ofrecer muchos atractivos pero Melilla se ha llevado el gato al agua, instalando una playa artificial, en la que toman el sol dos espectaculares chicas, que han sido el blanco de todos los objetivos fotográficos que pasaban por allí.
También se había incluído a un joven de buena planta, pero quienes más han llamado la atención han sido las dos jóvenes melillenses. En Baleares, los profesionales turísticos de las islas no han dejado de visitar, aunque sea con alguna mirada a la distancia, al estand vecino, pero las mujeres lo han criticado por su machismo, pero los hombres han destacado el gran componente promocional de esta idea.