Un estudio realizado en España, Dinamarca, Alemania, Suecia y el Reino Unido, dirigido por el doctor Scott Novak y publicado en la revista 'BMC Psychiatry', ha evidenciado el elevado consumo de medicamentos que necesitan receta, como opioides, sedantes y estimulantes, en Europa.
En concreto, según el trabajo, en el que se han analizado a 2.032 jóvenes y 20.035 adultos, Alemania tenían los niveles más bajos de uso no médico de medicamentos recetados, mientras que el Reino Unido, España y Suecia tenían los niveles más altos.
Estos fármacos suelen ser administrados por amigos y familias (44% en el caso de los opiáceos y 62% en sedantes), y suelen ser más usados por mayores de 18 años, hombres, personas de raza blanca y desempleados.
Asimismo, los expertos han detectado que cuando se usa un calmante para el dolor se multiplicaban por ocho las probabilidades de tomar analgésicos recetados en otras ocasiones pero no para ese momento; por siete los estimulantes; y por diez el uso de sedantes.