La oferta de plataformas online que ofrecen series y películas no para de crecer. Hay plataformas para todos los gustos audiovisuales y para todos los bolsillos. Como usuaria habitual y amante de las salas de cine, intento resistirme a ellas, pero cada vez es más difícil. El precio de una entrada de cine equivale a una suscripción mensual con oferta ilimitada de contenidos audiovisuales. Quizás es hora de que los cines empiecen a reinventarse de verdad o tendrán que cerrar las puertas para siempre. Bajar el precio sustancialmente, ofrecer una experiencia más completa, mejorar mucho más la calidad del sonido e imagen, o cualquier otro valor añadido. Bienvenidas sean las ideas. ¡Larga vida al cine!
Laia Castells Bartra