Esta semana se producido una gran esquizofrenia en el Parlament al desproteger la maternidad, y por ende al ser humano concebido no nacido y aprobar la protección animal.
El martes se aprobó la modificación de la ley de protección animal que viven en el entorno humano. En el preámbulo de dicha proposición de ley dice que “el objetivo de esta ley es establecer una protección integral sin excepciones” y considera al animal “un ser sensible capaz de sufrir”.
Se prohibirán “los espectáculos donde participen animales provocándoles sufrimiento”. Se modificará el art 4 de la ley: en donde “se prohibirán el uso de animales en espectáculos donde sean objeto de muerte, tortura, maltratamiento, daños, sufrimientos o tratamientos antinaturales”. Se modificará el art 5 en el que para el sacrificio animal “siempre se efectuará de forma instantánea e indolora, y siempre con aturdimiento del animal o pérdida de la conciencia del mismo”.
Y en la misma sesión de derogó la primera y única ley de protección a la maternidad donde en su articulado se protege al concebido no nacido. Y su derogación se justificó en la existencia de la ley actual del aborto.
La tecnología moderna ha enriquecido la ciencia de la fetología con unos instrumentos de investigación maravillosos: la fibra óptica, el ultrasonido, los EKG fetales (Electrocardiogramas), los EEG fetales (Electroencefalogramas) y otras sofisticadas herramientas de investigación, todas las cuales hacen posible observaciones muy exactas y claras del medio y el comportamiento del feto.
Los nervios sensitivos, incluyendo los nociceptores, aparecen en la piel del feto antes de la novena semana. La primera actividad nerviosa del cerebro fetal ocurre en el tálamo a los dos meses de embarazo. Hacia el final de la quinta semana, un ligero golpe en la boca del feto hace que los labios se retraigan, y a los dos meses y medio de la gestación, se puede decir con toda certeza que su respuesta a los estímulos no es reflejo. Se han observado los movimientos de los fetos de tres meses y hasta de cuatro y ello implica que son capaces de sentir dolor agudo.
Durante la mitad del embarazo (hacia la mitad del quinto mes), si se coloca una luz muy luminosa sobre el abdomen de la madre, el resplandor inducirá al niño o niña a mover sus manos para protegerse los ojos. La música a alto volumen estimulará una respuesta similar de las manos hacia las orejas. Y todo aborto producido por la desprotección de la maternidad en las mujeres hace sufrir a los fetos (seres humanos).
Quiero denunciar esta gran incoherencia y esquizofrenia que se puede produjo en el Parlament al desproteger la maternidad y por ende al feto (ser humano) que sufre y padece en un aborto y, proteger a los animales contra sus sufrimientos.
Hay que proteger a los animales pero también hay que hacer lo mismo con los seres humanos concebidos y no nacidos evitando en ambos el sufrimiento innecesario y cruel.