Fernando Alonso está intacto, excepto por un molesto dolor de rodillas, según sus propias palabras, pero las imágenes del primer Gran Premio de Fórmula 1 de la temporada hacían pensar en algo peor.
Corría la vuelta 17 del Gran Premio de Australia, cuando el McLaren de Alonso embistió por detrás a Esteban Gutiérrez y al perder el control, salió disparado contra un lateral, que al rebotarlo hizo que el monoplaza diera un par de vueltas de campana y se acabara estrellando contra la protección.
La imagen del coche totalmente destrozado hizo temer por lo peor, pero Alonso salió por sus propios medios del monoplaza y se alejó de él caminando.
El accidente obligó a parar la carrera, que tras su reanudación acabó ganando Rosberg por delante de Hamilton, en el primer doblete de Mercedes de la temporada.