www.mallorcadiario.com

España tiene un problema

Por Francesca Jaume
lunes 25 de marzo de 2019, 08:08h

Escucha la noticia

¿Cómo es posible que existiendo una Ley y unos tribunales se haya producido el desacato de Quim Torra a la orden de la Junta Electoral de quitar de los edificios de la Generalitat de Catalunya los lazos amarillos y las pancartas de apoyo a los presos políticos?

Podemos discutir si el mandato de remoción de los mencionados símbolos se ajusta a Derecho (que bajo mi punto de vista es así puesto que hay presos a los que aluden estos símbolos que son candidatos en las próximas elecciones) pero lo que está claro es que, a pesar de que el poder legislativo y el judicial tienen potestad, les falta algo más importante -al menos de cara a quienes ahora los desacatan- como es la autoridad.

Seamos honestos, hoy en día la mayoría de los ciudadanos que cumplen con las leyes y las sentencias es porque “no les queda más remedio” pero no porque reconozcan que el poder que emana tanto de las Cortes como de los jueces y magistrados sea digno de obtener un reconocimiento moral. Y eso es así porque algunos se han empeñado en destrozar el buen hacer de otros. El resultado es que la credibilidad está por los mínimos, y tanto si mencionamos ‘política’ como ‘justicia’ la gente nos responde con un ‘corruptos’ o ‘chorizos’.

El caso de la no retirada de lazos amarillos y pancartas a favor de los presos políticos -o políticos presos- es, si bien llevado al extremo, una muestra más de la falta de autoridad de los poderes públicos en la actualidad, quienes son obligados a acudir a acciones coercitivas para que se cumpla lo dictado y ni así. (Incluso se ha visto algún que otro curioso ‘chuleo’ como es la pancarta aparecida en la fachada del consistorio del Port de la Selva que reza “llibertat peixos pacífics” al lado de un lacito azul).

Se puede argumentar que el desacato proviene por la situación derivada del ‘procés sobiranista’, hecho indiscutible, pero no es más cierto que existe un desprecio generalizado de todo lo que proviene de las instituciones públicas.

Cuando los poderes del estado tienen esta falta de autoridad sobre los ciudadanos la situación que se deriva es de ingobernabilidad. Pero bueno, esto que para mi es un principio básico, en el mundo de la política 3.0 parece importar un rábano.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
1 comentarios