Hace días que se publicó su informe, que mide la eficiencia de los sistemas sanitarios bajo tres parámetros: Esperanza de vida, gasto en salud per cápita y peso relativo del gasto sanitario sobre el PIB. De los 55 países que aparecen en el ránking, España figura en la tercera posición. El año pasado se quedó en el octavo puesto.
En la cola del ránking, en la posición 50, está EEUU. Las diferencias entre el sistema de España y el del país norteamericano son de calado: Con una esperanza de vida bastante superior, el coste sanitario per cápita en España está en los 2.658 dólares por persona (2.419 euros) mientras que en Estados Unidos -con una sanidad mixta público-privada- se dispara a los 9.403 (8.558 euros).