En septiembre del año pasado tomó posesión de su nuevo cargo como prior del Santuario de Lluc el sacerdote Marià Gastalver (Palma, 1958). De ese modo, se inició una nueva etapa en ese espacio sagrado, ya sin la presencia de los Missioners dels Sagrats Cors, que se habían ocupado ininterrumpidamente de la gestión de Lluc desde 1891. La reciente marcha de los "coritos" fue debida, esencialmente, a la falta de vocaciones jóvenes entre los Missioners para poder relevar a sus representantes en el santuario, que eran de muy avanzada edad. Desde la llegada de Gastalver y de su equipo, se mantiene con fuerza e ilusión la tarea de que Lluc continúe siendo un lugar de referencia espiritual para miles de mallorquines.
¿Cómo valora el trabajo de la congregación de los Missioners dels Sagrats Cors?
La verdad es que 128 años dan para mucho. Los misioneros encontraron un santuario con muchísimas deficiencias. Las primeras y más urgentes eran las que hacían referencia al edificio. Un primer momento fue para reconstruir y rehabilitar. Todo ello con la acogida y el acompañamiento a los peregrinos. El Señor les fue bendiciendo, convirtiendo la casa en seminario de la congregación. Todo con gran celo apostólico, con gran esfuerzo y entusiasmo. La Iglesia de Mallorca y el nuevo equipo que les ha sustituido les agradecemos de todo corazón su entrega y generosidad.
¿Cuáles son sus objetivos y los de sus colaboradores en estos meses iniciales?
Primero, conocer a fondo toda la amplísima realidad de lo que es Lluc. Lluc es mucho más que un santuario. A partir de este conocimiento, alinearlo todo en clave de evangelización, o sea, que todo respire la alegría del Evangelio, y así conseguir lo que nos propone el papa Francisco. Queremos que Lluc sea un lugar donde tener experimentación de encuentro, de tal manera que toda persona que venga vuelva a su casa transformada de verdad.
"Ahora más que nunca Lluc ofrece espacios de silencio y contemplación"
¿La religiosidad está, en general, aún presente en nuestra sociedad?
Sin duda. El término religión nos habla de un abanico muy interesante de formas de estar en el mundo. Si nos acercamos a su raíz latina, descubrimos las palabras "re-legere", "re-ligare" y "re-eligere". Así, "re-legere" es la capacidad de releer la realidad desde otro horizonte, más amplio, más interesante, más atractivo, mientras que "re-ligare" nos habla de restablecer una relación perdida entre dos entidades, el mundo humano y el mundo divino, la persona y Dios, las personas entre sí. Por último, "re-eligere" es rehacer las propias opciones y puntos de referencia, otorgando al mismo tiempo un sentido a la vida y a la muerte, a través de un acto de libertad. Así pues, sin que queramos, es obvio que la religiosidad está presente y tiene que estar.
¿En tiempos difíciles, como los actuales por el coronavirus, volvemos a la fe?
Ante cualquier dificultad, por pequeña o grande que sea, la confianza y la fe nos ayudan a transformar los obstáculos que nos encontramos en el camino en posibilidades para el crecimiento. También lo que conlleva el Covid-19 nos hace preguntarnos sobre cómo vivimos y cómo tendríamos que vivir, sobre qué es lo realmente importante, qué es lo esencial.
Durante el confinamiento los blauets nos animaron a través de una grabación...
Les costó mucho dejar el santuario. Por ello, creamos una herramienta, "Una Salve per al món", que les acercara al santuario y con la que pudieran cantar la salve desde sus casas y así seguir la antiquísima tradición del canto oracional a la Moreneta.
"La Iglesia de Mallorca y el nuevo equipo agradecemos a los Missioners dels Sagrats Cors su entrega y generosidad"
¿Qué ha supuesto que este año no se celebre el tradicional 'Des Güell a Lluc a peu'?
Ha supuesto más vinculación con la organización y directiva del Grupo Güell, afrontando la dificultad de no poder realizar la tradicional marcha, pero creando otro tipo de actividades que unen a la Virgen de Lluc con el espíritu del Güell a Lluc. Se ha realizado una marcha virtual y, lo más importante, una campaña impresionante de recogida de alimentos. Gracias a la generosidad de empresas e instituciones que han colaborado, se han recogido más de 16.500 kilos, que ya se están repartiendo entre las familias más desfavorecidas de Mallorca. Queremos agradecer y potenciar esta nueva visión de ayuda integrada en nuestro proyecto del santuario.
¿Qué le parece que el sentimiento religioso de miles de mallorquines esté tan vinculado a Lluc?
Es realmente un hecho extraordinario que nos une a nuestros antepasados. "Lucus", que significa bosque sagrado, es el lugar donde los pobladores de nuestra bella isla venían, atraídos por la divinidad, a contactar con el silencio y la paz que transmite este lugar. Es un hecho que nos socializa y que nos honra como seres humanos.
"La confianza y la fe nos ayudan a transformar los obstáculos que nos encontramos en el camino en posibilidades para el crecimiento"
¿Qué representa la Mare de Déu de Lluc para esas personas?
María es la bendecida de Dios que por su "Fiat", su sí incondicional a su propuesta de amor a la humanidad, ha sido, es y será modelo de vida plena, abierta al amor de Dios y al servicio de los demás. Es la intercesora ante su Hijo Amado, es la que nos invita a fiarnos de los planes de Dios para nuestra vida. Todos nos acercamos a ella poniéndonos bajo su protección maternal.
¿Sigue siendo Lluc sobre todo un lugar de peregrinación, espiritualidad y plegaria?
Sigue siéndolo. Tal vez en la última época el turismo ha ensombrecido la presencia de visitantes y peregrinos que buscan espacios de silencio y contemplación. Ahora más que nunca Lluc ofrece estos espacios, desde la belleza y tranquilidad del lugar para que quienes visiten el santuario puedan tener un auténtico encuentro personal con ellos mismos, con los demás, con la naturaleza y con Dios.
La economía hoy es una cuestión básica. ¿Cómo consigue el santuario sus fondos para mantenerse?
En estos momentos, uno de los elementos fundamentales para el sostenimiento del santuario es la Fundació Santuari de Lluc, que se creó en 1992. Además, están los recursos que se generan a través de los diferentes espacios de acogida y de servicio que ofrece el complejo del santuario, juntamente con donativos u otro tipo de ayudas personales o de instituciones. Hablamos de un gran complejo en el que para su autosostenimiento queremos y tenemos que trabajar, siendo creativos y uniéndonos a todo aquello que favorezca y potencie la economía circular y todo lo que implica el autosostenimiento.
"Este año se ha realizado una marcha virtual 'Des Güell a Lluc a peu' y una campaña impresionante de recogida de alimentos"
¿La falta de vocaciones en la Iglesia católica se puede suplir en parte con la figura del seglar?
El hecho de que la custodia del santuario esté dirigida por dos sacerdotes y un diácono nos muestra que el trabajo se realiza a través de equipos de laicos, hombres y mujeres que no sólo trabajan en y por el santuario, sino que son conscientes de que la evangelización, o sea, la alegría de ser cristiano, se transmite de una forma directa, sencilla y amable. El gozo de sentirse amado no lo puedes esconder. La auténtica vocación es la vocación al amor, y todos, desde cada uno de nuestros estados y estilos de vida, tenemos que ir creando nuevos estilos de vida para que humanicemos nuestra sociedad con los lazos de la proximidad. Aquí en Lluc queremos y creemos en ello.