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Elicio Amez.
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Elicio Amez. (Foto: J. Fernández Ortega)

"Antes había atracos a bancos pero ya no hay porque todo el mundo paga con tarjeta"

Por Joan Miquel Perpinyà
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jmperpinyamallorcadiariocom/10/10/25
sábado 22 de junio de 2024, 05:00h

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Elicio Amez Martínez (León, 1947), es funcionario retirado del Cuerpo Nacional de Policía. Ingresó en 1967, fue inspector jefe de la Brigada de Policía Judicial durante 26 años. Como brillante colofón a una dilatada carrera policial, llegó a ser jefe superior de Policía de Baleares entre abril de 2005 y febrero de 2007, tras lo cual se jubiló, después de 43 años de servicio en Mallorca.
'Antes había atracos a bancos pero ya no hay porque todo el mundo paga con tarjeta'
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(Foto: J. Fernández Ortega)

¿Recuerda cuando vino a Mallorca?

Perfectamente. Éramos unos 120 inspectores de la promoción del año 67. ¡Ya ha llovido! Es curioso porque Mallorca estaba de moda, con las canciones de ‘Volando, a Mallorca voy’. Un compañero de León que estaba destinado aquí, me habló de las maravillas de la isla. Y llegué un 15 de mayo de 1968. Yo estaba soltero y metí la pistola en un cajón y creo que sigue allí.

Antes de ser policía, ¿a qué se dedicaba?

Cuando terminé el bachillerato superior, estuve en Francia tres años trabajando. Trabajé haciendo de todo, desde vendimiar, poner el alcantarillado, repartir madera…

¿Es cierto que Mallorca era la isla de la calma?

Lo era. La delincuencia que había entonces eran tirones, robos de coches, carteristas. El primer atraco fue en 1978, lo recuerdo perfectamente. Fue en una agencia de viajes que había en la calle Sindicato. Logramos detener al atracador. En aquella época aún no había drogas de ningún tipo. Quizás algún legionario que venía de África y traía una postura de hachís. De vez en cuando había algún homicidio, muy raramente.

"El primer atraco fue en 1978, lo recuerdo perfectamente. Fue en una agencia de viajes que había en la calle Sindicato"

Los medios con que contaban eran escasos, ¿verdad?

Sólo teníamos un coche para toda la comisaría, que estaba en los bajos de la actual Delegación del Gobierno. El coche nos tocaba una vez a la semana, así que todo lo hacíamos a pie. Fíjese, yo he traído detenidos a pie, a las cuatro de la mañana desde el Rafal Nou, con otro compañero.

¿Cuándo comenzó la cosa a complicarse, desde el punto de vista de la criminalidad?

En los años 80 empezaron los asaltos a mano armada, atracos a bancos donde incluso esperaban para abrir la caja, que tenía apertura retardada. En aquella época las escopetas recortadas estaban por todos sitios.

¿Usted ha sido un policía de calle o de despacho?

De calle. Estábamos todo el día en la calle porque en la Policía sucede lo mismo que en el periodismo, la información está en la calle. No había ordenadores ni Internet, así que mucha calle y máquina de escribir con papel de calco, original y cuatro copias.

"Estábamos todo el día en la calle porque en la Policía sucede lo mismo que en el periodismo, la información está en la calle"

¿Entonces la Policía conocía mejor a los delincuentes?

Sí. Cuando en un atraco te describían al atracador, que era así y así, ya podías imaginar más o menos quién era. En los bancos había cámaras de 35 milímetros y yo, viendo una foto del atracador de espaldas y encapuchado, ya sabía quién era.

¿Y si los delincuentes venían de fuera?

Siempre teníamos algún elemento que los detectaban.

¿Se refiere a los confidentes? ¿Cuál era la relación que tenía con ellos?

Yo he tenido más información de ciudadanos normales que de confidentes. Hay una cosa curiosa, porque a mí la gente me decía: no tiene usted pinta de policía. Y eso genera más confianza y que la gente te cuente más cosas. Te decían, oiga, no me interprete usted mal, yo no soy ningún chivato.

¿Se compadecía de los delincuentes?

Siempre he dicho que el derecho a la vida es un derecho fundamental y el derecho a la libertad también. Yo he sido muy respetuoso con la libertad. Hace muchos años fuimos a hacer un registro en una barriada de Palma por unos atracos y la mujer de la casa era ciega y tenía hijos. Hablé con el juez y le dije: está identificada, yo no dejo estos niños solos aquí. Al cabo de cuatro días se presentó el delincuente. Creo que le metieron 14 años.

Hablemos de Palma, porque cuando usted llegó, el antiguo Bar Güell era todo campo.

En el año 68 se construyó Son Gotleu, un barrio normal. Había dos por ahí que yo no conocía, que atracaban de vez en cuando, que eran siempre los mismos. Luego llegó otra gente, el tío Kiko que controlaba muy bien aquello durante una época en que vivía allí. Luego ya ves lo que está pasando, con problemas de convivencia. Recuerdo que la plaza Atarazanas era un paraíso cuando yo llegué aquí, un auténtico paraíso. Luego vino la droga, los marines americanos de los portaaviones. La droga en los años 80 y 90, trajo un deterioro total, fue terrible. El jaco (heroína) no distinguió familias. Lo mismo cayeron de familias muy conocidas que chavalitos. Había una familia por la parte de la plaza de San Cosme, una familia maravillosa, con tres hijos muy humildes, los tres se fueron.

"La droga en los años 80 y 90, trajo un deterioro total, fue terrible. El jaco (heroína) no distinguió familias"

¿Qué me puede contar del que entonces era el barrio chino y que ya no existe?

Yo conocí el barrio chino en el 68, donde había excursiones de autobuses que iban a Casa Vallés, que era un salón de espectáculos donde íbamos todos. Y luego íbamos a la calle Nuredduna, al bar Mónaco, que tenía peluquería. Cuando llega la droga destroza todo eso. Porque cuando yo vine a Mallorca, no recuerdo a ningún joven enganchado a la droga. Sin embargo, luego empezó el jaco, la heroína y fue terrible. La cocaína vino después.

¿Cuántos policías habrá conocido?

A miles. Por Mallorca ha pasado todo el planeta.

¿Y qué me puede decir del cambio tecnológico que ha experimentado la Policía?

Es increíble. Ahora tienen a las patrullas localizadas por GPS y saben dónde están en cada momento. Antes había atracos a bancos y empresas, pero ahora prácticamente han desaparecido porque todo el mundo paga con tarjeta, ya no se pagan las nóminas en un sobre con dinero en efectivo. Es una realidad. La Guardia Civil y la Policía Nacional tienen unas unidades muy especializadas, dando unos resultados fenomenales. Todo ha cambiado muchísimo. Cuando yo llegué a Mallorca se robaban las cabinas telefónicas. ¡Imagínate! Eran otros tiempos. Ahora está la policía científica. Los grandes homicidios en Mallorca se han esclarecido gracias a la policía científica.

"Todo ha cambiado muchísimo. Cuando yo llegué a Mallorca se robaban las cabinas telefónicas"

¿Ha sido feliz aquí en Mallorca?

Mucho. En 1974 fui de jefe de seguridad a la embajada de España en Naciones Unidas, en Ginebra, y volví en el 77 o 78. Allí cobraba cinco veces lo que cobraba aquí. Volví a la ‘roqueta’, me quité de andar con corbata, me puse la chupa, el vaquero, la pipa y a buscar atracadores. El dinero es importante pero cuidado. Creo que debe ser una consecuencia, no un objetivo.

Dígame una cosa, Elicio. Si volviera a nacer, ¿volvería a ser policía?

Sí, señor. Sin ninguna duda. Policía en Mallorca.

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