¿Es Pedro Sánchez un político corrupto?
– Yo creo que desde el momento en que ha decidido permanecer en La Moncloa con una estrategia basada en pactar con otras fuerzas políticas a costa de incumplir incluso sus propios compromisos electorales, yo creo que sí. Digamos que es un político corrupto desde el punto de vista moral. Desde el punto de vista fáctico, es decir, desde el punto de vista legal, todavía está por ver. No me atrevería a decir tan categóricamente que Pedro Sánchez es un corrupto que haya cometido equis delitos. Todavía creo que estamos lejos de ello. No lo descarto porque, efectivamente, la información que se está viendo sobre su mujer es inquietante.
"Sánchez un político corrupto desde el punto de vista moral. Desde el punto de vista legal, todavía está por ver"
¿En qué sentido?
– En el sentido de que yo creo que está bastante acreditado que Begoña Gómez, desde que Sánchez es presidente del gobierno, ha tenido un comportamiento imprudente, completamente inapropiado, completamente inaceptable y ahora, efectivamente, los tribunales tendrán que decirnos si delictivo también. No se puede ir por la vida como ha ido Begoña Gómez durante estos años, porque claramente se ha aprovechado de que su marido es presidente del gobierno para ascender profesionalmente, para conseguir objetivos profesionales, y yo creo que esto está mal.
Si de ahí se derivan otro tipo de situaciones que puedan incluir delitos más concretos no solo de tráfico de influencias, sino de apropiación indebida o lo que sea, eso ya lo tendrán que decidir los tribunales. Nosotros lo vamos a investigar todo lo que se pueda, porque es cierto que ahora mismo toda la corrupción que rodea el Ministerio de Transportes sí que tiene una conexión con la Moncloa y hay varias conexiones, pero la más clara es que el principal cabecilla de todo, que se llama Víctor de Aldama, y que está en prisión por el llamado caso de los hidrocarburos, mientras mantenía en marcha la trama de las mascarillas y la trama de los hidrocarburos y la trama de Globalia, tenía reuniones con Begoña Gómez. Eso lo tenemos acreditado. En 2020, Víctor de Aldama y Begoña Gómez mantenían una relación estrecha y no sabemos con qué motivo ni con qué intención.
"Víctor de Aldama y Begoña Gómez mantenían una relación estrecha y no sabemos con qué motivo ni con qué intención"
Hoy hemos sabido que la Audiencia Provincial de Madrid ha inadmitido a trámite la querella del presidente del Gobierno contra el juez Peinado que investiga precisamente a su esposa. ¿Tiene la sensación de que el gobierno está acosado por la corrupción?
– Bueno, yo creo que es evidente que estamos ante un Gobierno que está afrontando una situación inédita. Está investigado el hermano del presidente del Gobierno, su esposa, el Fiscal General del Estado y, en breve, al que fue número dos del PSOE y ministro, José Luis Ábalos. El caso Ábalos no sólo tiene el epicentro en el Ministerio de Transportes, sino que tiene conexiones inquietantes con otros dirigentes del Partido Socialista y con otros ministerios, lo cual nos da una dimensión enorme.
Por ejemplo, en el caso de los hidrocarburos, se trata de una trama organizada para conseguir la concesión de una licencia y enriquecerse con ella. Se la piden a Ábalos y él no la puede dar porque la licencia la da Teresa Ribera en el Ministerio de Transición Energética y el Ministerio de Industria, con lo cual aquí hay muchas personas que están afectadas y deberán explicar por qué dieron esta licencia, qué les prometió a cambio Ábalos.
Con el asunto de las mascarillas, hay una conexión con Canarias y Baleares, pero también con el Ministerio del Interior. Yo creo que hay una serie de ramificaciones que nos colocan en una situación inédita en la historia de la democracia. Pero para ponerle los adjetivos adecuados y para saber a dónde va a llegar todo esto, todavía es pronto. Además, hay que recordar que normalmente, los casos de corrupción se descubren, investigan y condenan cuando el gobierno ha terminado y ya está en el poder otro gobierno. Por primera vez estamos sacando la corrupción de un Gobierno en ejercicio, lo cual tiene mucho mérito, pero creo que para alcanzar la dimensión de todo lo que está sucediendo todavía faltan algunos años.
"Por primera vez estamos sacando la corrupción de un Gobierno en ejercicio, lo cual tiene mucho mérito"
¿Cuál diría que es el caso más grave o que presenta peor pronóstico? ¿El caso Avalos-Koldo, el caso Delcy, el caso Begoña, el caso del hermano de Sánchez, el caso hidrocarburos…?
– Te voy a sorprender porque para mí hay otros casos que tienen mayor entidad y han sido descubrimientos nuestros. Para mí, la dimensión de los escándalos hay que establecerla no por la cuantía del dinero defraudado, sino por la cuantía de lo que han sacado en limpio los comisionistas. Y hay un caso que los supera a todos como es el caso Plus Ultra. Porque yo puedo entender el rescate de Air Europa, que es una aerolínea con muchísimos empleados y un montón de aviones. ¿Y ha podido haber comisiones por Air Europa? Pues seguramente. Pero en el caso de Plus Ultra, se rescató a unos señores que no tenían necesidad ninguna. Se les dio 53 millones de euros.
Y hay otro caso que es el mayor procedimiento de compra de material sanitario que el Gobierno de España le concedió a dedo a una empresa que se llama Travis, radicada en Hong Kong, a la que dieron 250 millones de euros a dedo y de una sola tacada para comprar mascarillas y resulta que era una empresa que había sido constituida apenas unos meses antes. Esto lo hemos publicado estos últimos dos años y el caso está judicializado.
¿Acabará imputada la presidenta del Congreso y expresidenta de Baleares, Francina Armengol?
– Yo creo que en el caso de la compra de mascarillas, Armengol es más víctima que la cabecilla de nada. En el caso de Baleares, lo que sabemos del caso es que su gobierno compró material a una empresa de la trama, pero creo que ella es más víctima de su gente. Si a ti te llama el secretario de organización de tu partido, que es ministro, y te dice que compres con esta empresa, pues lo haces. Evidentemente, ella pudo cometer errores, como cuando se comprobó que no eran de la calidad acordada en el contrato y no reclamas inmediatamente; y además se certifica que todo está correcto, cuando no era verdad. Ahí posiblemente se haya podido cometer algún delito, pero no me parece que haya robado nada; aunque eso tendrán que decirlo los tribunales.
Cambiando de asunto, ¿qué opinión le merece el plan de acción por la democracia anunciado por el Gobierno de España y con qué intención lo hace?
– Yo creo que es una cortina de humo para desviar la atención. El Gobierno trata de defenderse extendiendo la idea de que los medios de comunicación publican noticias falsas. Ahora el Gobierno va un paso más allá intentando castigar a esos medios para ver si los que se anuncian en ellos deciden no contratar más publicidad. Se intenta desacreditar a propósito a los medios no afines y que publican informaciones comprometedoras, para que los anunciantes, en nuestro caso privados, porque apenas tenemos financiación pública, se lo piensen a la hora de contratar publicidad.
"El Gobierno trata de defenderse extendiendo la idea de que los medios de comunicación publican noticias falsas"
En el año 2020 usted publicó el libro “Conexión Caracas-Moncloa”, desvelando las relaciones entre el Gobierno de España y el de Nicolás Maduro en Venezuela. Entonces apenas nadie se hizo eco de sus informaciones. ¿Qué siente ahora, al ver cómo aquellas informaciones se ven ahora confirmadas por los hechos?
– Bueno, pues cuando los hechos, al final, nos acaban dando la razón, pues nos sentimos muy orgullosos. Pero es cierto que en estos años lo hemos pasado muy mal porque es muy duro estar sacando noticias muy comprometedoras, que nos colocaban en el disparadero, y no contar con el apoyo de prácticamente nadie.
"Se nos hizo una campaña infame de desprestigio"
Es triste, desde mi punto de vista, que en España algunos diésemos la voz de alarma con escándalos como el Delcygate y nadie nos escuchase. Da pena. Se nos hizo una campaña infame de desprestigio, con insultos, impulsadas desde programas de televisión, radio y otros medios, pero creo que es el peaje por hacer periodismo independiente. Cuando uno hace periodismo independiente y tocas las narices a alguien, pues ese es el precio que hay que pagar consustancial al ejercicio del periodismo libre, que te ataquen y hay que sobrellevarlo. Yo ya tengo experiencia y no lo llevo mal, pero tengo otros compañeros más jóvenes a los que esto está afectando mucho, porque ven que por hacer su trabajo y por ser críticos, les cae una manta de palos.