Enrique y su esposa Meghan Markle, los actuales duques de Sussex, dejarán de formar parte de la familia real británica a partir de la próxima primavera.
Así lo ha anunciado el Palacio de Buckingham que ha explicado que ha llegado a un acuerdo con la pareja, un acuerdo y una decisión que supondrán también que la pareja deje de recibir fondos públicos.
En su comunicado, la Casa Real británica ha explicado que según lo acordado, la pareja comprende “que es necesario que renuncien a sus deberes reales, incluidos los nombramientos militares oficiales. Ya no recibirán fondos públicos por sus funciones reales”.
Ello supone que Enrique y Meghan ya no utilizarán sus títulos de “Su Alteza Real porque ya no son miembros en activo de la Familia Real”.
Sin embargo, la pareja mantendrá sus patronatos y asociaciones “con la bendición de la reina” y que los duques de Sussex “han dejado claro que todo lo que harán seguirán respetando los valores de su majestad”.
Así mismo, la pareja ha explicado que desean devolver los 2,4 millones de libras (más de 2,8 millones de euros) de dinero público recientemente recibido para la reforma de su residencia oficial, Frogmore Cottage, en la que seguirán habitando cuando estén en Reino Unido.
Isabel II ha expresado su “satisfacción” por haber logrado “una vía constructiva” para resolver la situación creada por la pareja y ha subrayado que “Enrique, Meghan y Archie siempre serán miembros queridos de mi familia”.
«Apoyo su deseo de una vida más independiente», dice la reina, que les agradece el trabajo desarrollado y destaca lo “particularmente orgullosa que se siente de cómo Meghan se ha convertido tan rápidamente en una más de la familia”.
El 8 de enero Enrique y Meghan desvelaron su intención de “dar un paso atrás como miembros 'senior' de la familia real” con vistas a ser económicamente independientes y vivir un tiempo fuera de Reino Unido.