Mascarilla: el 39,2 por cien de los encuestados usa la FFP2, el 32,2 la quirúrgica y el 28,7 la higiénica

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Según la información del Ministerio de Sanidad, las FFP2 son mascarillas del tipo EPI -equipo de protección individual- recomendadas para personas que trabajen y estén expuestas al virus, tales como profesionales sanitarios o personas vulnerables.

Son las que ofrecen un mayor blindaje al virus debido a su alta capacidad de filtrado al inhalar aire. Evitan, por tanto, la entrada de partículas contaminantes en el organismo así como la salida de aerosoles de la persona que la lleva puesta.

Por su parte, las mascarillas quirúrgicas son las que acostumbramos a ver en ambientes clínicos. Su objetivo es evitar que el personal sanitario y los pacientes infectados (o sospechosos de estarlo) transmitan agentes infecciosos.

Estas mascarillas están diseñadas para filtrar el aire exhalado. Su misión es proteger a quienes están a tu alrededor, evitando la dispersión vírica al estornudar, toser o hablar.
Deben tener un mecanismo que permita ceñirla estrechamente sobre nariz, boca y barbilla a quien la lleva puesta.

Por último, las mascarillas higiénicas son las que el Ministerio recomienda para las personas sanas ya que no están catalogadas como EPI ni como producto sanitario y su función es complementaria a las medidas de distanciamiento físico e higiene.

Suelen estar compuestas por una o varias capas de material textil y pueden ser reutilizables o de un solo uso.